Jorge Santos
Recordarán ustedes, que un importante grupo de actores sociales y populares, así como importantes analistas, planteamos desde mitad del año pasado, que dadas las condiciones preexistentes en el escenario político electoral, ir a las elecciones, representaría la puerta al abismo total. Hoy a ocho meses de haber asumido el gobierno FCN-Nación y con Jimmy Morales y Jafeth Cabrera, podemos afirmar que existe suficiente evidencia, para afirmar que no sólo estamos frente a la profundización de la crisis institucional, sino que también estamos frente a una estructura que nuevamente ha llevado a un Cuerpo Ilegal y Aparato Clandestino de Seguridad –CIACS- al poder.
El denominado “antipolítico” Jimmy Morales, se subió a un vehículo partidario constituido y formado en su gran mayoría por exmilitares implicados en graves violaciones a derechos humanos, así como en estructuras del crimen organizado, pero también conformado por algunos civiles, con larga tradición en actos de corrupción, cuando ejercieron función pública. Uno de esos actores, rápidamente logró colarse con el apoyo de los exmilitares, como candidato vicepresidencial. Jafeth Cabrera, quien fuera Rector de la Usac de 1994 a 1998, ha sido responsabilizado por haber destruido el Plan de Prestaciones de dicha casa de estudios, de haber cometido varios actos de malversación de recursos en su calidad de rector.
Pero una vez en el poder, el vicepresidente ha dado muestras de qué está hecho y sus actitudes para las componendas obscuras y realizar actos alejados del famoso slogan de campaña “Ni corrupto, ni mentiroso”, dado que desde su llegada al Ejecutivo, alquiló dos casas en la zona 14, que de pagarlas él, le significaría el 70% de sus ingresos mensuales o como ha sido publicado en varios medios de comunicación, que uno de sus hijos recibió una importante suma de dinero de un capo del narcotráfico para poder realizar la compra de dicha vivienda. El vicepresidente también ha sido de los que poco les ha interesado gestar un ejercicio público apegado a la ley y generar acciones que permitan ir saliendo del atolladero en el cual estamos inmersos, es más él se ha constituido como uno de los actores más importantes del debacle actual. Declaraciones tales como que se podía consumir medicinas vencidas o bien que debía garantizar el pan a su numerosa familia, para justificar el nepotismo al interior de la vicepresidencia son muestras irrefutables de su forma de proceder.
Hoy acompañado de lo que se conoce como la juntita militar encabeza una acción que bien podría estallarle en la cara. Pareciera ser de los más interesados en hacer caer a Jimmy Morales y ejercer él la presidencia. Es necesario por ello y dados los últimos acontecimientos en torno a la familia del presidente, que la sociedad guatemalteca no vuelva a permitir que una pareja encabece el robo y el saqueo de los recursos públicos y con ello someta aún a mayor crisis a un modelo de Estado que no da para más.