El mensaje de ayer del presidente Jimmy Morales sobre la situación penal que podrían enfrentar su hijo José Manuel y su hermano Samuel, coloca al gobierno en una posición muy delicada porque se vuelve a demostrar cómo es que el mandatario ha estado rodeado de gente cuestionada y que, ahora, incluye a lo más cercano de su familia.
No podemos juzgar al Presidente por actos realizados por otras personas, por muy cerca que estén de él, pero indudablemente que se esfuma la confianza por “su papel” como un ciudadano ajeno a las prácticas de la política tradicional de nuestro país.
¿Qué dirá la población si son detenidos el hermano asesor “ad honorem” y el hijo del mandatario? ¿Qué dirá la población si no son detenidos? De cualquier manera, Jimmy Morales será cuestionado porque, tal y como hizo ayer al guiñar el ojo a su oscuro asesor y diputado Melgar Padilla en el Congreso, él tiene un tremendo dilema entre actuar y luchar contra la corrupción, pero no hace nada para marcar una ruta de transparencia.
Hay que tener confianza en que la CICIG y el MP, harán su trabajo porque no sería lógico que por proteger a alguien en un caso como este, se vuelva a la posición en que la impunidad era la ruta en el país.
Pero este caso tiene muchas más implicaciones y a pesar de que la Embajada de Estados Unidos quiera, otra vez, jugar el papel de aval de las relaciones de los mandatarios con la justicia tal y como hizo cuando Robinson le robó el pódium a Otto Pérez Molina, ahora Morales ha puesto en mucha duda su idoneidad para dirigir al país.
El día en que se supo que su hijo habría participado en la corrupta venta de canastas navideñas, Morales intenta que la gente confíe en el arreglo que hicieron él, APM y Terminal de Contenedores Quetzal, TCQ, en un caso en que ya se habían pactado antes 30 millones de dólares de mordidas. ¿Podemos confiar en Morales, en APM y en TCQ?
Y es acá dónde la legitimidad del Presidente es cuestionable. Pues no es que por muy valiente haya salido a enfrentar el caso, lo que sucede es que el Presidente se vio obligado a salir porque era peor el bochorno de ver capturados a su hijo y a su hermano. Y si dice que no quiere comentar más el caso, que eso implique no buscar para nada, ni para el apoyo en resolver TCQ al Jefe de la CICIG ni tampoco buscar a la Jefa del Ministerio Público para que sean sus cuestionados asesores, a quienes usted les facilita salidas de impunidad, los que le guíen el camino.