Ayer, en la Dirección General del Organismo Legislativo, se denunció un robo que habría ocurrido durante el fin de semana y por el que se hizo la denuncia varios día después cuando, convenientemente, todo parece más complicado de esclarecer.

Personal de dicha instancia, muy sonriente por cierto, fue el que salió a dar declaraciones y a explicar que computadoras e información física era lo que se habría perdido en el hecho.

Lo que nos preocupa es que, seguro, no se trata de un robo como se conoce en el país en que una banda haya ingresado con el interés de sacar los bienes de valor que se encontraban en la oficina, sino que miembros de la “banda” llamada “los diputados” hicieron la desaparición de la evidencia con la que se podría profundizar en los casos de plazas fantasma y demás distribución de beneficios que se hacen dichos sospechosos.

El tal robo y todo lo que ha sucedido a su alrededor como la amenaza de bomba en el edificio en que se encuentra la oficina, no nos puede dejar la menor duda de que se ha tratado de un montaje para justificar la destrucción y/o desaparición de los elementos que podrían convertirse en pruebas a la hora de los procesos judiciales contra la referida banda.

Hay que recordar que el anterior director legislativo, Luis Mijangos, se encuentra guardando prisión por el caso y es acusado de haber sido facilitador en el proceso de la estructuración de listas de plazas fantasma durante directivas pasadas.

Casi de inmediato, se informó que se tendrá que ampliar la “guardia parlamentaria” para ayudar a custodiar todo lo relacionado con el Congreso de la República. Como que más beneficios necesitaran los diputados y como que no se tratara de delincuentes a lo interno de dicho organismo de lo que se tiene que cuidar el Estado de Guatemala.

Ojalá y una muestra clara de que la impunidad ya no es como antes sea que los responsables de este maltrecho intento de desaparecer evidencias sean llevados ante la justicia con mayor peso que el que ya de por sí les debe tocar por sus acciones por saquear los recursos públicos.

Y tendremos que volver a decir que todo esto es culpa de una sociedad que se queda callada mientras los diputados hacen lo que les da la gana sin la más mínima necesidad de cumplirle a la población. Muchos creen que se tiene el gobierno que un pueblo merece. Yo creo que nosotros tenemos gobierno y Congreso que se burla de la población sin la más mínima intención de cambiar. Nos quieren robar hasta la dignidad.

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