Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

En nuestro país, al igual que en cualquier país democrático del mundo, gobernar no es fácil. No existe una escuela donde se aprenda a gobernar; igual que en una empresa, la situación día a día es cambiante. Por supuesto que la madurez, las vivencias y experiencias son las que le dan el conocimiento a los gobernantes.

Idealmente el Presidente y el Vicepresidente deben haber sido diputados por lo menos cuatro años, tener la vivencia de una empresa donde se haya sido productivo, lucrativo y por supuesto también poseer la sensibilidad social de lo que es la lucha y el logro del bien común.

En los 30 años que Guatemala ha tenido gobiernos democráticos, podemos decir que uno de los principales elementos o factores que complican el gobernar es la opinión que priva en los medios de comunicación social; los cronistas, los fotógrafos, los camarógrafos no son profesionales colegiados y la gran mayoría de ellos no tienen una licenciatura universitaria, talvez por esa razón buscan que las entrevistas a los gobernantes se hagan de forma colectiva, que todos pregunten al mismo tiempo y en algunos casos se comparta, ya sea por razones lucrativas o por otro tipo de interés, la fotografía que uno de ellos tomó.

Ejemplo reciente es el pestañazo del Presidente que fotografió alguien que labora para el grupo Nuevo Mundo y que por obra y gracia del Espíritu Santo salió publicada en medios escritos y televisivos que no pertenecen a ese grupo, hecho que implicó que los dueños de la cadena prescindieran de los servicios de quien compartió, cedió o vendió el video del momento.

Un presidente y vicepresidente, un diputado o un alcalde tienen que buscar el bien común, tienen que tomar decisiones que reduzcan la pobreza, que combatan el hambre y disminuyan la desnutrición y deben saber que su primera prioridad no es la pauta pública sino el deber ser, lo cual tarde o temprano será reconocido por la mayoría de medios de comunicación que no deben responderle a sus dueños, a la pauta o en algunos casos inclusive a la “fafa”.

Gobernar cuesta, gobernar duele, podría decirse que es como un parto donde las políticas adecuadas se gestan día a día, durante un período prolongado y cuando por fin nacen hay que dedicarle el tiempo, el aliento y el cariño para que crezcan y se conviertan en hechos al servicio del pueblo.

Por ello, es tan necesario permanentemente actualizar la Ley de Compras y Contrataciones; cuando se ha degenerado la contratación, la supervisión y la realización de la obra pública da miedo. Por ejemplo, la carretera de Santa Elena, en Baja Verapaz, a San Pedro Carchá, Alta Verapaz, duró más de 30 años sin mayor mantenimiento, pero ahora casi toda la obra pública a los cuatro o cinco años está deteriorada. ¿Quiénes son los responsables? Los gobernantes y los constructores privados; por ello es que ahora es frecuente el financiamiento político ilícito.

El actual gobierno tiene que decidir en los próximos meses cómo quiere gobernar, con quién quiere gobernar, a quién desea pedirle consejo y, ante todo, cómo, cuándo y dónde debe decidir para ser un gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo.
¡Guatemala es primero!

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