Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
El presidente Jimmy Morales tiene sus roscas, y de eso no queda duda como tampoco queda duda que parte de ellas es su Ministro de Finanzas, Julio Héctor Estrada, aquel otrora defensor del sucio negocio de las tiendas La Riviera, y quien ha metido al Presidente en varios bretes e incluso hasta al comisionado Iván Velásquez, pues fue su necedad la que llevó a que el Estado de Guatemala se doblegara antes de que APM Terminals se mostrara como tercero de buena fe.
Y es que desde hace algunas semanas hemos recibido información, de fuentes confiables, que han ido desnudando la trama detrás del paquetazo fiscal consistente en un grosero aumento de tasas que afectaba principalmente a la clase media de este país, y que se pretendía aprobar para que siga la pachanga de la corrupción y los pactos de poder para asegurar que nada cambie.
Desde hace mucho tiempo se ha sabido que Estrada y el diputado Carlos Barreda, de la UNE, tienen una relación directa y que han sostenido encerronas para tratar diversos temas, entre ellos las reformas a la ley orgánica de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).
Pues aprovechando esa relación y que el gobierno necesita fondos para que siga rindiendo la mata de los negocios, viendo que Mario Taracena tiene una férrea oposición (empezando por Torres) para ser reelecto Presidente del Congreso, se les ocurrió que podían pactar el aumento de tasas a cambio de que el Gobierno se comprometiera a apoyar la reelección de Mario Taracena como jefe del Legislativo.
Tan burdo como se oye, los guatemaltecos estuvimos a punto de pagar más impuestos como consecuencia de un pacto político entre las fuerzas oscuras del país, a las que el hambre, la pobreza, la marginación, la desnutrición, la cooptación de los tres poderes y del Estado en general, les vale gorro.
Al final de las quinientas, usted debe saber que esa mentira que dijo Finanzas de que retiraban la reforma porque iban a incluir cosas como la calidad del gastos y demás pajas no fue la razón para desistir del aumento de tasas, sino que se quedaron sin los votos necesarios porque los enemigos de los promotores del pacto, entre ellos Sandra Torres, aún tienen votos en el Congreso.
Además, era un momento importante porque tanto el Ministro de Finanzas, como Taracena, Barreda, Jairo Flores, (UNE), quien preside la Comisión de Finanzas y los demás miembros de la UNE, mayoritarios en dicha comisión del Congreso, van a tener que repartirse el pastel del Presupuesto 2017 y con él los negocios entre los que destaca el Listado Geográfico de Obras. Y ahora están en otras movidas para asegurar la presidencia de Taracena y la negociación del presupuesto.
Por eso es que nunca hemos oído a Taracena o Barreda decir algo del Listado Geográfico de Obras y que la vez pasada, cuando La Hora le preguntó a Estrada sobre el listado, le tiró el muerto a Segeplan tratándose de lavar las manos. Morales dice que él no permitirá que ningún diputado meta mano en tal listado, pero parece que su aventajado Ministro ya empezó las negociaciones a sus espaldas.
Cuando Jimmy Morales dice que hay sectores que la tienen en su contra, primero debería revisar sus roscas, porque así como hay unas pocas que lo asesoran pensando en el país, las demás le hablan al oído para saciar sus perversos intereses.
Aquí no importa quién sea presidente, quién presida el Congreso, Finanzas o la Comisión de Finanzas, porque mientras contemos con el mismo sistema, con las mismas reglas y con la indiferencia de la gente, este seguirá siendo nuestro pan de cada día.