Francisco Cáceres Barrios
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Una vez más insisto en que las decisiones ejecutivas deben tomarse debidamente sustentadas por los conocimientos, experiencias y con claros objetivos para lograr exitosamente los mejores resultados. ¿Por qué entonces los guatemaltecos vemos que a diario las decisiones gubernamentales son lo contrario? Un claro ejemplo de ello es que la gran mayoría de connacionales tenemos las mejores referencias del programa Radio Teatro Infantil “Martha Bolaños de Prado”, el que por muchísimos años se ha transmitido en vivo los sábados, por la Radio TGW, de las 13:30 a las 14:00 horas, para que los niños desde los 6 a los 17 años, junto a sus padres, puedan hacer en familia su preparación, como la presentación del mismo en el “Estudio de Cristal”. Pero ahora importándoles poco la trayectoria de 69 años de esta valiosa tradición y esfuerzo, antojadizamente se quiere cambiar el horario de transmisión, hacerlo pregrabado, siempre los sábados pero de 8:00 a 8:30 horas, causando con ello, además de la pérdida de la audiencia tradicional, grandes perturbaciones e inconvenientes a varias familias.

¿Por qué en vez de estimular el desarrollo y crecimiento del Radio Teatro Infantil en TGW, un particular y único programa latinoamericano, que constituye una academia familiar gratuita, formadora de cultura y tradición, se provoca su eliminación o destrucción cuando ha sido la piedra angular sobre la cual han germinado estrellas del teatro, la locución y para otras variedades artísticas del país? A manera de ejemplo cito algunos nombres de grata recordación: Herberth Meneses, César García Cáceres (Chalío), Adolfo Méndez Zepeda, Arturo Dárcy, Rose Mary Cifuentes, Zoila Portillo, Víctor Molina, Ruth Duarte, Gloria y Roberto Bocaletti, Hilda y Judith Castro, Sammy Monterroso Mirón, Ramón Bonilla, Augusto Medina, Carlos Barrios, Lourdes Román, Mario Hernández (el Conejo), Héctor Alfredo Morán, Raúl Castañaza, Manuel Quemé, Claudio Quemé, Brenda Castillo y tantos más que han dejado profunda huella en el mundo artístico y cultural del país.

Por el solo prurito de llevar la contra es inconveniente, improductivo y desmotivador hacer cambios, como el que también se hizo con el programa “Chapinlandia” el que ha permitido, desde aquellos años en que yo era patojo, degustar en nuestro territorio y en el extranjero de nuestra música en marimba, la mayoría de autores nacionales, en horas nocturnas, con reprise en la madrugada. En materia radial, puedo asegurar por experiencia que tanto los horarios, como el contenido y calidad de los programas resulta fundamental si es que se quiere lograr más audiencia, mejor entretenimiento y sobre todo, impulsar el desarrollo y consolidación de la familia, asunto que el Radio Teatro Infantil de la Radio TGW ha logrado con tantos años de existencia en el país.

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