Edith González
«Una hormiga que se mueve hace mucho más que cien bueyes dormidos.»
Los Estados han mantenido la lucha para minimizar el contrabando a lo largo de la historia. La Comisaría de la Policía Nacional Civil, en Retalhuleu, tiene entre sus funciones diarias abrir lucha cotidiana para contrarrestar las acciones delictivas que se generan con el contrabando.
El subcomisario Byron Loayes, a cargo de la demarcación policial explica que día a día se llevan a cabo operativos para neutralizar el contrabando que entra por varios puntos de la frontera con México y se aúnan esfuerzos con otras entidades del gobierno para hacer eficiente el trabajo. Aunque los contrabandistas utilizan el elemento sorpresa para actuar y conocen los puntos por donde se puede mover el producto contrabandeado.
La frontera con México nos marca diez puestos fronterizos abiertos y 370 “puntos ciegos”, más el constante movimiento del peso mexicano hacia la baja, son factores que se tienen que tomar en cuenta.
Loayes señala que durante el gobierno del presidente Jimmy Morales se han logrado resultados alentadores, pero que aún falta mucho por hacer para terminar con estas acciones ilegales. Y explica que ellos realizan labores de inteligencia para detectar a los contrabandistas, pero estos tienen sus “redes”. Que incluso, llevan a cabo pequeños contrabandos visibles para engañar a la autoridad, mientras que en otros sitios se produce el contrabando mayor.
Los operativos en carretera nos han dado resultados positivos, declara Loayes, agregando que en estos momentos es su mayor fortaleza en cuanto a las operaciones encaminadas a minimizar el contrabando.
Realicé un recorrido por la región acompañada del jefe de Servicios de la Comisaria de la PNC en Retalhuleu, oficial Erwin Guillermo Ríos Hernández, y pude palpar la situación, desde el operativo en carretera hasta las instalaciones y equipo policial en el área.
En verdad es sorprendente la capacidad, conocimiento y voluntad del policía para realizar su trabajo sin contar con lo mínimo para actuar en contra de organizaciones de contrabandistas, equipados con alta tecnología, armamento y, ante todo, con funcionarios corruptos en otras dependencias relacionadas con la seguridad del estado.
Edificios sin ninguna comodidad, falta de agua potable, hacinamiento, atendiendo obligaciones como cuidar presos en insalubres carceletas que resultan ser la antítesis de la seguridad, limitadas radio patrullas; cuatro para atender la cabecera departamental de Retalhuleu, incluyendo las carreteras internas y otras que llevan a las fronteras, a la capital y departamentos vecinos. ¿Y la modernización de la policía? Que parece desembolsó gran cantidad de dinero para salarios, pero no para mejorar las condiciones de vida de quienes exigimos cuiden de nosotros. Quizás también habría que investigar…
Y, sin embargo, la policía está en la lucha, porque entre sus obligaciones diarias se mantienen abiertas acciones para el control del contrabando, que va desde galletitas, hasta productos de alto costo.
GRACIAS SEÑORES DE LA POLICÍA NACIONAL CIVIL.