Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

A todas las personas en la vida se les presenta, según sus diferentes responsabilidades, momentos en que tienen que tener la inteligencia, la intuición y la firmeza para decidir, media vez tomada esa actitud el mejor consejo es mantenerse firme lo cual no implica que no pueda, en parte, variarse o readecuarse la decisión tomada.

Revocar en su totalidad lo que se ha decidido, normalmente producirá desorden, incertidumbre, más grave aún, desconcierto y debilidad dentro de los subordinados, que no solo deben respetar las decisiones jerárquicas sino saber que están respaldados, media vez han tomado una decisión, comprometido su prestigio y el camino o el actuar que se seguirá de forma firme y responsable.

El paquete de cambios fiscales no era perfecto, y como lo comenté en opiniones anteriores, el aumentarle el impuesto al diésel, el aumentar el impuesto a la distribución del saco de cemento no era procedente, por cuanto afectaba la Canasta Básica alimenticia y el costo de construcción de viviendas y de toda infraestructura; sin embargo, el resto de propuestas iban en el camino correcto y aunque el actual gobierno, el Ejecutivo no tenga una bancada plenamente identificada y mayoritaria en el Congreso, eso no significa que de todas formas cualquier propuesta de ley, especialmente las relativas a aumentar la bajísima carga tributaria que existe en Guatemala, tenga que ser cabildeada.

Es en el seno del Congreso, especialmente en la Comisión de Finanzas donde se deben producir las opiniones y donde se deben confirmar los aumentos o reajustes a los impuestos.

El mérito de la propuesta fue que eran impuestos directos, que no eran impuestos que fácilmente se le cobraran al consumidor, pero que no se quedaran en la bolsa de quienes no dan factura, de quienes evaden el Impuesto Sobre la Renta.

Improcedentemente el Presidente de la República tomó la decisión de retirar la propuesta completa del Congreso con lo cual no ha ganado nada, solo ha evidenciado falta de firmeza y ha revelado, para quienes detractan todo aumento de impuesto, que hay falta de firmeza y decisión.

Zapatero a tus zapatos, ningún contribuyente va a aplaudir el aumento de cualquier impuesto y los grupos sociales no deben ser quienes públicamente discutan, analicen o critiquen los impuestos, especialmente cuando algunos de ellos dependen de los impuestos para cumplir con sus obligaciones y mantener la elevada burocracia que alguno de ellos tiene.

Lo hecho, hecho está, no solo hay quienes se alegran sino también hay quienes confirman que el Presidente está siendo mal asesorado, que en el Gabinete hay grupos y equipos que caminan por diferentes rutas. Lo que sí es seguro es que la carga tributaria debe ser elevada, mientras más tiempo pase más débil, menos eficiente será el Gobierno.

Como dice la sabiduría popular “no es buen macho el que no sabe aguantar patadas”, el presidente Jimmy Morales sabe perfectamente bien que la mayoría de medios de comunicación se inclinan a sus patrocinadores y por ello solo invitan a los foros a quienes vayan a dar testimonio y favorezcan a los industriales, a los mineros y a los comerciantes.

Esperemos que el Presidente se rodee de mejores y más valientes asesores.

¡Guatemala es primero!

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