Lucrecia de Palomo

¿Alguna vez ha sentido que le ven la cara de baboso? Bueno, pues yo en este momento así me siento y quien me lo hace creer es el Mineduc. Digecur, Dirección General de Currículum, emite el oficio 416-2016 el 8 de agosto, donde indica que debido a que, durante cinco años no ha habido estudiantes inscritos en 64 carreras de diversificado, se procede a inactivarlas; todas ellas de aplicación específica. Esto en base al Acuerdo Ministerial 2291-2014. Entre esas carreras están todas las diferentes especialidades del Magisterio.

Para poder comprender con mayor amplitud la situación se debe hacer un pequeño recordatorio del recorrido que ha sufrido el nivel de diversificado (que lamentablemente solo recibe un porcentaje bajísimo de nuestros jóvenes por la ineficiencia de los gobiernos de cumplir con su deber). Desde la administración del presidente Arzú se conformó un grupo “selecto” de empresarios, comunidad internacional, universidades y ciertos grupos ad hoc, quienes vienen imponiendo sus políticas educativas en el país, sin respetar las leyes que rigen y mucho menos a la comunidad educativa (padres, maestros y alumnos). Ellos, los sabihondos, en contubernio con PREAL (Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe, esas organizaciones de burócratas internacionales), con un plan a todas luces neoliberal, deciden que, para mejorar la “calidad educativa”, los docentes deben ser universitarios, como en los países desarrollados. Lo primero que las autoridades hacen para lograr su objetivo es dejar en el abandono a las escuelas normales; esto lo logran mediante cambios improcedentes en el currículo dejándolas sin ningún apoyo en la más nefasta indolencia. Luego designan, en la mayoría de ellas, como directores personas serviles. La consecuencia de estos actos administrativos oficiales fue el caos y por supuesto muchos maestros graduados sin las capacidades necesarias para ejercer la docencia, situación que padecieron ocho promociones (graduados que hoy posiblemente estén dando clases en alguna escuela).

Como parte del cónclave fatal, la ministra de Educación Del Aguila, (quien pertenece a ese grupo “selecto” y ejecutó proyectos para instituciones como USAID, la Universidad del Valle, Asíes, etc.) llega al despacho con la consigna de suprimir, en los primeros meses de su mandato el magisterio, algo no era posible ejecutar porque estaba legalmente constituido y la resistencia de la comunidad educativa. Las protestas estudiantiles no se hicieron esperar, pero se arremete contra los estudiantes de las normales, jóvenes que querían ser maestros; fueron perseguidos, encarcelados, golpeados por el régimen del PP, como NINGÚN otro grupo “protestón” ha sido tratado. ¡Hasta que lo logró! Imposibilitó la inscripción mediante artimañas y huisachadas. Una acción a todas luces ilegal, pues el magisterio está vigente legalmente.

La Constitución de la República y las leyes de educación dan validez a la carrera de magisterio, así como a las otras carreras técnicas que sufren por igual. Pero tratar con un gobierno y Ministerio de Educación prepotente, corrupto y autoritario, que se siente apoyado por la comunidad internacional, la Procuraduría de DD. HH., un sindicato de maestros comprado y algunas cortes de “Justicia” allegadas al Ejecutivo en donde nada pasa, hicieron un calvario el revertir la orden a pesar de la insistencia, sobre todo en el ámbito privado. Así hemos estado durante 5 años, luchando para que se abran los códigos de las carreras y poder inscribir. Tan es así que hoy existe un proceso penal contra esta funcionaria por desobediencia a las cortes que le ordenaron hacerlo.

Pero el 8 de agosto, mediante el oficio mencionado, informan que si está vigente la carrera, pero como nadie se inscribió en esos años, se inactiva. ¿A quién quieren engañar? La Constitución es muy clara e indica que los funcionarios públicos solo pueden hacer lo que la ley les ordena. Me parece inverosímil que funcione, mentirosos sean quienes administren este país, donde las leyes y las personas solo sirven para apañar el voto cada 4 años. Más aún, pero y las Cortes, ¿a quién obedecen? No puede ser que se siga actuado en forma ilegal, caótica y autoritaria, pues aunque pareciera inverosímil, los funcionarios que hoy están en ese Ministerio siguen las mismas directrices que las anteriores, porque son los mismo “selectos”.

Artículo anteriorMedir el rendimiento de…
Artículo siguientePresupuestar sin principios es mejor no hacerlo