Fernando Mollinedo C.
Alguna vez se ha puesto a pensar en ¿Cuál es el trasfondo del ejercicio del poder en cualquiera de los tres organismos del Estado: Legislativo, Judicial y Ejecutivo? Pues bien, analicémoslo y tal vez aterrizamos en una conclusión.
PODER: se entiende como la capacidad o investidura legal que tienen los gobernantes (presidente, diputados, magistrados, alcaldes, gobernadores) para disponer alguna acción. Es el dominio, imperio, facultad y jurisdicción que uno tiene para mandar o ejecutar una cosa. Suprema potestad rectora y coactiva del Estado.
GOBIERNO: En el aspecto administrativo, es el conjunto de ministros superiores de un Estado; ministerio y dignidad de gobernador de un territorio en que tiene jurisdicción o autoridad; se entiende también como el tiempo que dura el mando o autoridad. Entonces, el poder lo ejercen las personas que gobiernan. En Guatemala, cada cuatro años la población vota por las personas que se postulan para ejercer los cargos de decisión, es decir, de poder.
EL SISTEMA POLÍTICO: obliga a la formación de “partidos políticos” para postular aspirantes a tales cargos; sus jefes, secretarios o propietarios nombran, designan, venden, disponen, transan y/o condicionan la participación de los elegidos quienes compran su derecho para figurar como candidatos pagando altas sumas de dinero.
LA HISTORIA DE GUATEMALA: nos muestra que el Estado es objeto del paulatino despojo de sus bienes; los ladrones gobernantes militares y civiles vendieron a la iniciativa privada y compañías extranjeras los bienes nacionales constituidos en empresas o bienes muebles e inmuebles, usufructo o regalías ridículas que inevitablemente indican su corrupción en alguna de sus modalidades tal como se desveló en el último año.
EL PUEBLO RASO, LA PLEBE Y CLASE MEDIA: no tienen injerencia en la elección de los candidatos impuestos; la imposición de tales personas no es “democracia”. Al ser electas en las votaciones generales cada cuatro años, se convierten en empleados y funcionarios que tendrán poder para realizar actos en nombre del Estado de Guatemala tales como otorgar concesiones, alquileres, licencias, permisos, cesión de derechos, arrendamientos, contrataciones, convenios, contratos y otros que supuestamente beneficiarían a la población.
ESE ES EL TRASFONDO DEL GOBIERNO: utilizar el poder para hacer negocios fraudulentos en nombre del Estado. En ese estilo de hueveo, se calcula que el Estado perdió un 60 por ciento de sus activos; hubo gobernantes que vendieron hasta la quinta libertad del aire.
EL TRASFONDO DE LOS GOBIERNOS: es contratar particulares para construir carreteras, puentes, suministrar medicinas, mantenimiento de puertos y grúas y otros servicios para supuesto beneficio de la población. Pero el beneficio directo es para los empresarios, contratistas, empleados y funcionarios ladrones, pues la mayoría de obras realizadas son de pésima calidad que sin estrenar se empiezan a deteriorar o son productos vencidos comprados y pagados a precios sobrevaluados.
Ni el gobierno ni los partidos políticos benefician a la población, todo está igual o peor que antes.