Sandra Xinico Batz

Las culturas canalizan parte de su identidad a través del arte. Esas manifestaciones creativas son representaciones de lo individual, pero sobre todo de lo colectivo porque transmiten experiencias, historias, cosmovisión. Lo colectivo, lo social que nos construye interviene al momento de hacer arte, de crear, jamás nuestro ser es ajeno a esas construcciones. El arte ha sido una herramienta y como tal no ha sido objetiva o neutral, trae implícita una ideología, ha cumplido y cumple funciones, ha sido encaminada o encauzada, también puede ser libre o liberar.

Para los pueblos mayas el arte ha sido fundamental. Su historia milenaria muestra la enorme cantidad de manifestaciones creativas que cumplieron tanto una función social determinada como la escritura y la escultura (documentar la vida) así como espiritual (de ofrenda, de agradecimiento). Ciencia y arte iban de la mano.

El arte durante la colonia fue un instrumento para imponer una «nueva» cultura pero también significó una posibilidad para los pueblos de permanecer y trascender a través del arte de resistencia, en el cual nuestras antepasadas y antepasados guardaron y expresaron elementos no cristianos sino propios de su cosmovisión, que no fueron eliminados por los colonizadores porque los desconocían, no los identificaron.

El arte al igual que la cultura se transforma y evoluciona. El arte de los pueblos mayas evolucionó a pesar del exterminio y del racismo, manteniendo hasta ahora elementos antiguos/cosmogónicos (como las danzas) y también ha tenido transformaciones y adaptaciones de otras culturas (como la música), algo inevitable con el tiempo y el contexto.

El mismo concepto o significado del arte como tal se ha transformado, antiguamente en los pueblos mayas el arte al igual que la ideología se basaban en la naturaleza, su inspiración en esta y su vinculación eran la base sobre la cual se creaba. No significaba una pura satisfacción individual o fama. Eran un bastión de la identidad, un legado. Por ello su utilización durante la colonia fue fundamental, significaba anular la creatividad, se mataba con ello una parte de la cultura. Hacer del arte maya artesanía, no sólo mercantilizó a las culturas sino que desde entonces su valor complejo y científico se anuló.

Aprendimos a medir el arte a partir de lo extranjero, así como aprendimos a identificar lo «bello» y lo «feo», lo «moderno» y lo «primitivo». El arte maya hasta ahora no es considerado como tal, mantiene en pie una lucha no sólo de reconocimiento sino también de transformación, de despojarse de las imposiciones y de seguir creando a partir de las vivencias de los pueblos ahora.

El racismo es el principal filtro que no nos permite observar a nuestro alrededor e identificar el arte maya que permanece y trasciende. Nos disgusta, lo desvaloramos pero a la vez lo despojamos, como ocurre con los textiles, por ejemplo.

¿Quiénes cree usted que construyeron las iglesias durante la colonia? ¿Quiénes construyeron las ciudades y edificios? Los mayas, grandes artistas de la construcción, del diseño, la ingeniería y la arquitectura, a quienes usted llama hasta ahora indios.

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