Roberto Arias

El título de este escrito es una frase del artículo periodístico publicado en elPeriódico del 18 de agosto de 2016, escrito por Armando de la Torre; frase que expresa literalmente: “Guatemala en estos momentos es una nación-Estado acéfala”. El artículo de marras se denomina: “´Justicia´ a lo Procónsul”, el cual denuncia que la justicia tipo Procónsul (El embajador gringo) “…incluye encerrar en prisiones improvisadas a altos oficiales del Ejército en situación de retiro sin que previamente hayan sido vencidos en juicio. (sic)

Hay dos asuntos fundamentales que ese autor olvida o desconoce: 1) Que acéfalo quiere decir sin cabeza y, hasta donde yo sé, la República de Guatemala tiene un gobernante llamado Jimmy Morales electo constitucionalmente por más de dos millones de votantes, el cual es cabeza del gobierno, a quien la Constitución Política de Guatemala manda respetarlo.
Y 2) Que los “altos oficiales del Ejército en situación de retiro” a los que se refiere, son militares involucrados en masacres y otros crímenes de lesa humanidad contra el pueblo de Guatemala en un “conflicto armado” que ellos mismos iniciaron con participación de previos procónsules y que por consecuencia pueden fugarse con suma facilidad o pueden también influir profundamente en las investigaciones en su contra y por eso están en PRISIÓN PREVENTIVA, lo cual es establecido por las leyes de Guatemala.

Más adelante, en la misma nota periodística, larga, bastante confusa y sesgada hacia la triste realidad del abuso del Capital recalcitrante y salvaje que asola a la ciudadanía, desde los puntos de vista social y humano y, que asola además con lo poco que queda del respeto a la naturaleza y a los derechos de los pueblos originarios de América sobre sus tierras y sus límites territoriales.

Cuenta la historia de Casimiro, un campesino de la etnia MAM, a quien le denomina “hombre respetuoso de la ley” por su fidelidad a los dueños de la hidroeléctrica local Hidrosalá y que no tomó parte de las manifestaciones de la población contra la hidroeléctrica.

Fausto Sánchez es el malo, quien con una turba cayeron sobre Casimiro, lo golpearon y lo metieron a una carceleta clandestina. Le dieron todo tipo de castigos inhumanos (Comparó su sufrimiento con el de Cristo camino al Gólgota). Los facinerosos lo obligaron a sabotear maquinaria de la compañía hidroeléctrica quemándola…

Parece que este autor no leyó “Guatemala nunca más”, para tener conocimiento sobre cementerios clandestinos, torturas, asesinatos de mujeres, mujeres embarazadas a quienes les abrieron el estómago y sacaron a sus fetos, ancianos y demás crímenes con saña, alevosía y ventaja, realizado por quienes él ahora aboga y, la justicia “…incluye encerrar en prisiones improvisadas a altos oficiales del Ejército en situación de retiro sin que previamente hayan sido vencidos en juicio.”
¡La testaruda división social del Capital y sus esbirros para esconder la asolación y la desolación que provocan!

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