René Leiva

No están equivocados quienes para buscar sus raíces andan abriendo hoyos en la tierra.
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Está claro que en el siglo XXI ni la revolución armada ni la desarmada son soluciones a nada. Bastaría con un hecho simple y natural: que otro gallo nos cantara.
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La fe es el puente que une dos orillas imaginarias.
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¿Cuesta comprender que la libertad es un bien común, compartido, muy relativo, a pesar de los disparatados intentos por privatizarla?
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En las periódicas exequias de doña letra muerta ya es habitual que esté ausente el cuerpo de la frecuente difunta.
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Lamer: el mar, en lengua de Debussy y Baudelaire.
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La buena música nunca rompe el silencio; más bien lo prolonga e integra.
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Sacrificamos a la naturaleza, y en sus despojos nunca terminamos de colocar la primera piedra del hombre.
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Tres de los cuatro grandes pilares del abstencionismo, según Abstencionistas Anónimos (entidad política, no partidaria y sin fines de lucro, creada hacia 1991): dignidad, memoria histórica, raciocinio. ¿Y el cuarto?
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Mucho se amarga la vida aquel que no ha descubierto el agua azucarada.
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Vale la pena una larga vida que lo haga a uno experto en ser joven.
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Sí, soy un lector en serie, casi siempre regreso al lugar donde he leído, pretendo haber cometido la lectura perfecta… y en todo caso leo solo. Ah, claro, tengo varios libros en el armario.
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La ciencia ficción es a la literatura fantástica lo que la pornografía es al erotismo.
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Todos somos oportunistas. Alguna vez hemos aplaudido.
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Cuando me he puesto en los zapatos de otro lo primero que me molesta es, precisamente, una piedra.
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En el presente se vive, a la vez, el pasado que será y el futuro que fue… ¿Cómo así, don Perogrullo?
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Es difícil que la felicidad florezca en un terreno que no ha sido abonado con la humildad.
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No hay depravación de las costumbres. Hay sustitución de unas perversiones por otras.
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¡Nunca toquéis a la política con las manos limpias!

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