Isabel Pinillos
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“Voto de los migrantes mueve a diputados tras Conamigua”. Este fue el titular de portada de este vespertino ayer, refiriéndose a la próxima elección del Secretario y Subsecretario del Consejo Nacional de Atención al Migrante (Conamigua), en el que informó que sectores migrantes consideran que “el proceso está amañado y eso obedece a los intereses de diputados (TODOS – FCN) para tener el control de esa instancia y facilitar una plataforma política para obtener el voto de los guatemaltecos en el exterior.”

Causa suspicacia que la convocatoria se haya hecho con tan poca publicidad y en un periodo muy breve para que la comunidad migrante no tuviera tiempo para proponer a sus propios candidatos -actualmente la página oficial de la institución no funciona. Oscar Clemente Marroquín también opinó que lo que más preocupa es que se “trate de utilizar la Comisión como instrumento de política partidista en vez de ser una entidad al servicio de la atención a las necesidades de los migrantes.”

Con un presupuesto anual de 25 millones de quetzales, adicionales a los ingresos por documentos consulares, Conamigua no cumple las funciones para las cuales fue creado: a saber, la protección de los derechos humanos de los guatemaltecos en el extranjero, la creación de políticas públicas a favor de los migrantes y la coordinación interestatal de todas las entidades que velan por su protección. La labor que se hace es demasiado pobre, por debajo de las expectativas, limitándose a realizar foros, capacitaciones y programas que no justifican su existencia, ni crean incidencia política alguna, en este momento de trascendental importancia política para los migrantes en EE. UU.

Ahora preocupa que Conamigua ofrece una plataforma ideal para “acercarse” a las comunidades expulsoras de migración, realizando servicios sociales al azar que van acompañadas de una buena foto, y que aumentan el caudal político de sus líderes. Muchos de estos servicios son prestados en comunidades rurales populosas, pero que no necesariamente son importantes en el torrente migratorio. Con este precedente, esta entidad muy bien podría convertirse en el espacio perfecto para una campaña anticipada de cara a las elecciones presidenciales de 2019 en el extranjero.

De ser esto así, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) debe poner especial atención a la noticia generada y regular inteligentemente todo lo referente a las elecciones presidenciales en el extranjero en 2019, tomando en cuenta una extensión 90 veces mayor a Guatemala y en donde será aún más difícil controlar las prácticas clientelares partidistas que en el propio país.

Es vital que el Congreso transparente la elección de Conamigua, y que esta reencauce el rumbo para el cual fue creada. Aunque fue fundada con propósitos nobles, su existencia actual ha sido desvirtuada debido a intereses económicos y políticos. Con la dirección adecuada y voluntad, su campo de acción podría llegar a ser de enorme valor en el marco de un año electoral en Estados Unidos en donde nuestros migrantes están sufriendo discriminación y gran inestabilidad debido a la indocumentación, el racismo exacerbado, y a las crecientes deportaciones. Es urgente que se tome el rol de coordinar las políticas públicas que afectan a los nuestros, y no solamente apoyar campañas que buscan frenar las movilidades, que nacen de los acuerdos del Plan Alianza para la Prosperidad. Es decir, no solo debe responder a los intereses del país del Norte, sino también debe proteger nuestros propios intereses de cara a un futuro político incierto para los migrantes en Estados Unidos.

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