Rolando Alfaro Arellano

Dedicado al Consejo de la Enseñanza Superior
-V-

En los anteriores artículos mencionamos la problemática que en la administración de justicia ha venido sufriendo el pueblo de Guatemala; ello, porque algunos sectores de poder, muchos de los cuales buscan únicamente su beneficio persisten en soslayar los consejos y la experiencia de los buenos ciudadanos.

En consecuencia, vale la pena citar los constantes errores que se vienen cometiendo al no querer modernizar los sistemas procesales y al entorpecer cuanta iniciativa de ley se presenta para que sigamos en la oscuridad y atraso que existe en el entorno nacional.

Los referidos atrasos van entre no actualizar las leyes arcaicas que se tratan de aplicar hasta los procesos más delicados; ejemplos hay muchos, pero citaremos algunos, y estos parten de las distintas facultades de ciencias jurídicas y sociales, que por una mala competencia, tratan de querer mantener, según ellos, cursos que pretenden ser nuevos, pero que no los dan los catedráticos de experiencia, suelen no tener seguimiento, o sea, que se imparten en forma separada de los cursos en los que se podrían aplicar en sus fases adjetivas o en el menor de los casos cursos que al graduarse los futuros profesionales no tienen seguimiento en especialidades, ejemplo: Derechos Humanos, Oratoria Forense y Derecho Ambiental.

La problemática es grande, ya que los alumnos, en su mayoría, prefieren aumentar el número de asistentes y soslayar lo que exige la jurisprudencia y las nuevas tendencias del Derecho.

Los resultados son alarmantes, así: demorar los procesos, no conocer las reglas del trato social en debates ni la oratoria forense que la confunden con la política, y por esa circunstancia alteran el orden público de las salas de los tribunales.

Asimismo, los malos procedimientos alientan a los futuros profesionales a cometer los mismos vicios y por esa circunstancia, evitan la oralización procesal provocando confusión en la población al ocultárseles plenamente la realización de los diversos procesos. Craso error que mantiene al público en general en la ignorancia de la realización de los juicios.

Por otra parte, al no obligárseles a los futuros estudiantes de Derecho a leer, entrando a las universidades, verdaderamente estamos en la luna.

Los señores encargados de la Educación Universitaria deben ser más cuidadosos al escoger al cuerpo de catedráticos, como a la clase de alumnos que reciben, pues los resultados están más que a la vista. Así, no poder dirigirse a los señores jueces con el debido respeto, pues no recibieron cursos de oratoria forense, y creen que están en la ventaja de valerse de artimañas irrespetando el Código de Ética Profesional y un largo etcétera.

Finalmente, es verdaderamente penoso escuchar tanto a alumnos como a profesionales del Derecho, conducirse ante cualquier ente judicial o no, en forma irrespetuosa y vulgar. Y, desde luego ignorar la importancia científica en los estudios forenses.
Continuará…

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