Algunos creen que han sido los políticos de Guatemala quienes organizan a los otros actores para hacer la cooptación del Estado de la manera en que judicialmente se ha querido plantear en el actual proceso contra algunos empresarios, contratistas y exfuncionarios que habrían participado en ese sistema que reparte beneficios ilícitos a partir de las decisiones políticas del gobierno de turno.

Categóricamente afirmamos que no es un partido o un gobierno el que llega con una estructura para cometer los ilícitos; ha sido siempre la misma estructura la que ha ido rotando políticos, todos dispuestos a venderse, para mantener el absoluto control de los beneficios que todo el Estado genera.

Y es que en el Caso de Cooptación estamos viendo a quienes operativamente hacían algún tipo de función al nivel de funcionarios como el Secretario Privado de la Vicepresidencia, Juan Carlos Monzón, pero falta aún que salgan aquellos grandes nombres, los grandes de verdad, que sin intermediarios hablaban y pactaban directamente con Pérez Molina o Baldetti, como antes lo hicieron con sus predecesores.

Porque los empresarios se sientan con los candidatos que tienen opción y les aportan para “no quedar fuera”. Es el momento en el que literalmente los políticos le venden su alma al diablo, ese poderoso diablo que estuvo allí cuatro años antes y estará cuatro después.

Seríamos muy tontos si creyéramos que los grandes inversionistas de los distintos grupos de medios que están siendo investigados, las megaempresas de infraestructura que administraban el presupuesto de Comunicaciones, los beneficiarios de Energía y Minas, los vendedores de medicamentos, etc., solo sobornaron a los del Partido Patriota.

Lo que nos tiene que quedar claro es que todos los gobiernos que han pasado han sido títeres al servicio del mismo grupo de cooptación que está representado, pero no completo, en el caso que se está llevando a cabo en tribunales.

¿Alguien sigue creyendo que estos grupos no mandaban en el gobierno de Colom-Torres? Berger, Portillo, Arzú y todos los demás, también fueron “cooptados” por el mismo grupo que, en verdad, es el gran poder en Guatemala.

Por supuesto, no estamos justificando ni defendiendo a nadie de los que están sujetos a proceso porque aunque fueran gatos, se hartaron con dinero del pueblo de Guatemala. Lo que sí pedimos es que se complete la lista de los actores tomando en cuenta desde cuando viene el secuestro absoluto del Estado, propiciado por ese gran capital y nos faltan muchos empresarios y todos los exgobernantes.

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