Javier Monterroso

Hay que estar claros en un principio básico: aunque se haga la mejor investigación criminal realizada por el mejor equipo de investigadores del mundo con el más sofisticado equipo solo se podría averiguar una parte de la verdad de un delito, esto es así porque siempre se intenta reconstruir una verdad histórica de la que se conoce únicamente una parte de sus efectos, mientras las causas originarias del delito son de conocimiento únicamente de los propios responsables, es por ello que en la mayoría de homicidios que se resuelven se condena únicamente a los autores materiales, y no se llega a responsabilizar a los autores intelectuales.

Históricamente los grandes casos de asesinato en nuestro país han quedado en la oscuridad desde el magnicidio de José María Reyna Barrios, el de Francisco Javier Arana, de Carlos Castillo Armas, de Monseñor Juan Gerardi, de la abogada Lea de León o el del abogado Francisco Palomo, en todos estos asesinatos no se ha logrado determinar con claridad quiénes fueron los autores intelectuales de los crímenes, si bien en varios de ellos se logró capturar y condenar a los autores materiales, una excepción puede ser el asesinato de la antropóloga Myrna Mack, en donde se logró determinar quiénes fueron los autores intelectuales.

El asesinato de Byron Lima es aún más complejo de investigar debido a que la escena del crimen sucedió dentro de un penal, en el que los investigadores y fiscales pudieron entrar hasta varias horas después de ocurrido el hecho criminal y ya cuando la escena del crimen fue contaminada, es así que el trabajo para el MP y la CICIG está muy cuesta arriba.

Sin las evidencias materiales todo lo que se diga sobre los posibles asesinos de Lima entra en el campo de la especulación, y en ese sentido deben entenderse las diferentes teorías que se han vertido en medios de comunicación, las cuales no deberían siquiera ser llamadas hipótesis, sino simplemente opiniones sobre el crimen, y en ese sentido hay diversidad de opiniones incluso las más inverosímiles teorías de la conspiración, algunos dicen que fue la embajada de Estados Unidos, otros dicen que el gobierno, alguno ha señalado al propio MP y a la CICIG e incluso algunos culpan a organizaciones de los derechos humanos.
De lo que podemos estar seguros es lo siguiente: 1) El control de las cárceles del país sigue estando en poder de los privados de libertad. 2) Las cárceles son espacios donde la lucha de poder por el control de los negocios se resuelve en forma de violencia extrema. 3) El crimen no se va a resolver totalmente, aunque se logre llegar a los autores materiales la autoría intelectual quedará en las sombras de la especulación y si los órganos de investigación logran señalar una hipótesis de la misma esta será cuestionada por un sector social siempre. 4) El crimen contó con el apoyo de personas fuera de la cárcel, quienes ingresaron armas al penal en el momento adecuado. 5) Para el ingreso de las armas contaron con el apoyo de las autoridades y guardias penitenciarios.

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