Jorge Mario Andrino Grotewold
* @jmag2010

Con ese lema da inicio la XIII Feria Internacional del Libro en Guatemala y XX FILCEN, dedicada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por el Sistema de Naciones Unidas. La Feria, es una gran oportunidad, como todos los años, para poder encontrar una gran cantidad de libros y autores nacionales e internacionales, para todas las edades.

La FILGUA es un evento para toda la familia, y constituye uno de los pocos espacios en donde las librerías y editoras nacionales e internacionales concentran su oferta de libros, investigaciones, textos narrativos y poemarios, entre otros, que permiten conocer la actualización de lectura que se debe tener a todo nivel. Para los pequeños especialmente, es importante encontrar aquellos libros que desde la escuela o bien como parte de una cultura de leer que se tiene en casa; y para los padres es indispensable que ese hábito se fomente con el ejemplo y el estímulo de aprender y disfrutar un buen texto, ya sea de los clásicos o bien los modernos y contemporáneos que ofrecen también el agrado de distracción. Importante también que la lectura conlleve una enseñanza técnica de estilos de escritura, así como los tipos de literatura y estilos de escritura. Las novelas, los cuentos, la poesía, la narrativa histórica y los libros académicos, todos tienen su encanto, su distinción y su enseñanza.

Y aun cuando regularmente el éxito se alcanza a nivel de asistencia y venta de los comerciantes, la FILGUA también cuenta con una serie de expositores nacionales e internacionales que no solamente harán explicación de sus publicaciones especializadas, sino también fomentan un cultura de sabiduría literaria, que para los conocedores e interesados, será de mucha utilidad y de gran virtud.

Y efectivamente el lema de la feria es una certeza para quienes la aplican, al explicar que la lectura abre puertas, genera expectativas y promueve la enseñanza, lo que reafirma más aún que no sólo debiera ser una actividad cultural/comercial, sino también un espacio donde el Estado debe involucrar a escuelas públicas, maestros y estudiantes del área rural, lo que conlleva la inversión tan reclamada de la promoción del derecho a la educación, y además de una especialidad de formación y capacitación a la mano de obra técnica y profesional, especialmente de la burocracia guatemalteca en materia de derechos humanos, economía política o gestión pública, para dar solo algunos ejemplos.

Felicitaciones a la Gremial de Editores de Guatemala y una agenda pendiente para el Gobierno y sus Instituciones, el apoyar estos esfuerzos y llevarlos a lugares más lejanos, y no sólo concentrados en la ciudad capital. ¡Que la lectura y sus ferias lleguen a toda Guatemala!

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