Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“El comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen”.
Goethe

Soy una ciudadana satisfecha con el trabajo que está realizando el actual equipo de la SAT, como experta en el campo tributario, he de manifestar mi satisfacción por la labor realizada hasta el momento, y como institucionalista sigo manteniendo que, nuestro problema es de personas, no de instituciones ni de leyes, no importa lo muy buena que sea una ley, si el encargado de aplicarla no sabe hacerlo, o tiene malas costumbres (Corrupción), nada se logrará.

Es sano para el país, que los funcionarios lleguen a realizar su trabajo, al ser la excepción en algunas ocasiones, se comete el error de tratar el asunto como un favor, nada más alejado de la realidad, por eso, la población se encuentra atenta al desarrollo de los procesos, en los que se encuentran implicados varios exfuncionarios, porque al fin se ve una luz en el túnel de nuestra historia.

Hasta acá, todo dentro de lo que debería ser la normalidad, pero es la anormalidad (Así somos), es de reconocer también, que los actores que han jugado un papel importante en estos momentos, se han ganado a pulso un espacio de respeto, pero señores, todo tiene su límite, y me parece que hay que respetarlos.

La SAT es la institución “autónoma” encargada de la recaudación, control y fiscalización de los tributos, así como presentar denuncias y provocar la persecución penal, en los casos de “presunción” de delitos contra el régimen tributario, hasta el momento lo han llevado a cabo en forma diligente y con resultados exitosos, nada que objetar.

En lo que creo que se han extralimitado, es en el hecho de acudir a la CICIG, para lograr el objetivo en un caso, en el que como en los demás era innecesaria la presencia de la comisión, amén que no se trata de un grupo paralelo, si no que según noticias de prensa, inconsistencias en las declaraciones, analizaremos un poco el tema.

a) En ningún caso un delito de defraudación tributaria, menos aún si el mismo proviene de inconsistencias, se puede argumentar que el contribuyente sea parte, o lidere a presuntos integrantes de los Cuerpos Ilegales de Seguridad y Aparatos Clandestinos de Seguridad, tal como reza que son las funciones de la CICIG, ¿Significa esta acción que los socios y el Representante Legal del hotel, que ha sido noticia formaron un cuerpo ilegal de seguridad, o aparatos clandestinos de seguridad? Señores que todo tiene un límite, cometer un supuesto delito (Porque priva la presunción de inocencia) de defraudación tributaria no convierte a nadie en un cuerpo ilegal de seguridad, coherencia por favor.
b) En qué consisten las inconsistencias, como su nombre lo indica, es un acto que no tiene solidez, por ejemplo, errores en el traslado del crédito fiscal, errores en cálculos, y demás acciones propias del quehacer, tanto del ser humano, como de las máquinas que hoy hacen el trabajo de los contadores, pero una inconsistencia, no es un delito, es una falta, es mi criterio, y lo ha sido, desde que crearon en la legislación de ventanilla los señores de la SAT, porque en ley no existe tal figura.
c) Ni en Guatemala, ni en la tierra existen súper héroes, por lo que no se traspasan barreras de acero, ni se tiene vista supersónica, por lo que los límites del ser humano, son los de todos los demás, así que no veamos el sol donde solamente hay una luz.

El problema actual es rebasar los límites, ya no solo de la soberanía (Que en la práctica no existe), asumiendo las instituciones como la CICIG, funciones que no les corresponden, como en el caso mencionado, ya que no encuadran los hechos asumidos como delitos, que debe conocer la institución antes mencionada, el resultado de las extralimitaciones, es la perdida de respeto en los organismos, porque lo que debe ser un acto de justicia de convierte en un circo, y de los circos ya estamos cansados.

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