Fernando Mollinedo C.

Los hallazgos de corrupción, evasión de impuestos, coimas, desfalcos, padrinazgos electorales, narcotráfico, simulación de negocios, hueveos descarados en casi todas las instituciones del Estado, ocultamiento de fideicomisos, plazas fantasma, antejuicios a los ladrones, denominaciones religiosas receptoras de dinero ilícito y policías corruptos entre otros, NO DEBEN DISTRAERNOS de los problemas de fondo: nacionales y municipales que vivimos como sociedad.

La Historia de Guatemala indica que desde hace cuatrocientos noventa y dos años, la imposición de costumbres, religión, trabajo, economía y esclavitud en sus diversas formas, subsiste de manera elocuente en las relaciones diarias de los aproximados dieciséis millones de personas que habitamos el país.

Es pertinente hablar de trabajo, salario y pobreza porque la política salarial del gobierno no debe seguir decretando la pobreza de millones de personas que sí trabajan y son elementos principales en el crecimiento económico. El aspecto laboral en Guatemala fue, es y será una de las actividades de mayor relevancia y ganancia para el sector patronal, con la menor dignificación y malos tratos hacia los trabajadores. A eso se le llama injusticia social.

Por lógica, quien trabaja no debería ser pobre, pues con un salario adecuado a la realidad económica se obtienen los satisfactores para vivir con dignidad. Ésta es una condición de merecimiento correspondiente y proporcionado al mérito y condición de una persona humana; es decir, que merece algo. La pobreza se genera con el despido (desempleo) premeditado por parte de los empleadores, los accidentes y enfermedades incapacitadoras lo cual constituye un problema crónico y estructural.

POBRE: palabra que deriva del latín. pauper, eris significa: Necesitado, que no tiene lo necesario para vivir. TRABAJO: es el esfuerzo humano aplicado a la producción de riqueza; entendido éste como la acción y efecto de trabajar en una ocupación retribuida operando una máquina, equipo, herramienta o utensilios que se emplean para producir alguna cosa.

Aquí se trabaja para seguir siendo pobres, en especial los condenados por decreto a vivir en la pobreza por la negativa del sector económico poderoso a pagar con ecuanimidad el valor del trabajo realizado, o por la voluntad de la autoridad que fijó el salario mínimo por debajo de la línea de subsistencia, es decir, que el mínimo no cumple con el mínimo, éste mínimo es en realidad el «máximo» lo cual se considera como el mantenimiento de la pobreza.

Lo anterior no permite vivir con dignidad y justicia a cambio del trabajo realizado, en contradicción a lo estipulado en la Constitución Política de la República de Guatemala en sus artículos 101 (justicia social) y 102 literal a) «dignidad laboral».

No hay una solución única para eliminar la pobreza, pero si es un asunto de congruencia social que las actuales autoridades inicien el cabildeo para el próximo ajuste al salario mínimo, pues aparte de ser una medida política-económica que beneficiará a miles de trabajadores, para que sea una medida correcta con mejores resultados sociales.

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