Grecia Aguilera

La Embajada de la República Árabe de Egipto junto con el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala inauguraron el miércoles 1º de junio de 2016, en el ‘Pasaje Sexta’ del Palacio Nacional de la Cultura, la “Exposición Colectiva de Pinturas Contemporáneas de Artistas Egipcios”, la cual permanecerá abierta al público hasta el jueves 16 de junio de 2016. La Excelentísima Señora Embajadora de Egipto en Guatemala, Dina Farouk Ibrahim El-Sehy expresó: “Esta noche me llena de honor y orgullo inaugurar una exposición egipcia de gran magnitud presentada por primera vez en Guatemala.” Asimismo el Ministro de Cultura y Deportes, doctor José Luis Chea Urruela explicó que “La cultura es universal sobre todo en las Artes Plásticas. Egipto tiene enormes artistas sobre todo históricos, van a ver ustedes en el arte contemporáneo las diferentes expresiones, las diferentes técnicas. La cultura nos distingue a nosotros, distingue a Egipto, es un gran puente de amistad, un gran puente de unidad; es un excelente puente de cultura diplomática entre los dos países, que nos va a permitir seguramente seguir mejorando y seguir entendiendo lo que tenemos en común, lo que nos diferencia; pero sobre todo lo que hace de nuestras dos civilizaciones unas grandes civilizaciones.” La exhibición cuenta con pinturas de diez maestros de reconocida trayectoria. Al observar cada una de las obras expuestas nos sentimos transportados mágicamente hacia la historia de un Egipto tan antiguo como moderno, que nos revela en nuestra mente aquellos grandiosos tesoros que heredó tan magnífica civilización al mundo entero. En esta muestra predominan temas dedicados a la Naturaleza, a la dualidad de los seres humanos, a sus sentimientos e intrínsecos secretos. Por ejemplo en las obras de Hala Mokhtar, con la técnica de tinta sobre papel, observamos una secuencia que comienza revelando el torso de una fémina abrazado por la selva. En el siguiente cuadro notamos cómo del perfil de la joven brotan lágrimas para, según ella, humedecer y revitalizar a un árbol que está completamente seco. Las gotas de sus lágrimas se iluminan al entrar en contacto con el medio ambiente. En la tercera imagen advertimos que la mujer es la Naturaleza misma. Ahora bien el tríptico de Mahmoud Abou Al-Azm, titulado “Entre la Realidad y el Sueño” demuestra cómo el ser humano se mantiene conectado a su infancia junto a sus experiencias diarias y sobre todo al último día de su existencia. Aquí el autor muestra a un ‘Anubis’ moderno que fusiona el sueño y la realidad con la vida eterna. Luego sobresalen los cuadros de Emad Shafik por los coloridos contrastes que realiza en sus pinturas. Sus tonalidades cálidas con los matices fríos y oscuros que utiliza, deducen el sentir de sus personajes, que quizá van transitando por el desierto del Sahara. En los cuadros de la maestra Akila Riad resalta la belleza femenina en tonalidades rojizas y ocres, conjugando candor e inocencia con fruición y voluptuosidad. Dentro de las pinturas de Marwa Ezzat, me conmovió el alma la escena de un muñeco de trapo abandonado en medio del bosque. También llamó mi atención el hermoso gato blanco que figura en su tríptico con matices oscuros. En el antiguo Egipto estos mininos eran venerados como dioses y al morir eran momificados. Este cuadro me recuerda mi poema titulado “Felinos Misteriosos” que manifiesta: “Seres visionarios/ dioses venerados/ por sabios inventores/ del antiguo Egipto./ Nirvanas del pasado/ descubren en sus ojos/ el porqué de la existencia./ Contemplan en vigilia/ los misterios más profundos/ de un mundo insubsistente./ Faraones indomables/ metafísicos del alma/ profetizan los albures/ y observan en las noches/ el destino del planeta/ hilvanando el tiempo/ en cósmicas burbujas./ Transitan en el alba/ y vislumbran en la bruma/ la presencia creadora/ reflejada/ en la luz de las estrellas.”

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