Félix Loarca Guzmán

El lunes pasado, fiscales del Ministerio Público y miembros de la policía, realizaron allanamientos en las bodegas de la empresa minera transnacional conocida como La Puya, en San José del Golfo, San Pedro Ayampuc y San Antonio La Paz, departamento de Guatemala, encontrando 24 sacos de mil kilogramos cada uno, de oro y plata, pese a que las cortes de justicia habían ordenado la suspensión de la licencia de explotación de esos minerales, por no ajustarse a las respectivas regulaciones legales.

Los operativos del MP y de las fuerzas de seguridad, constituyen sin duda un precedente de gran significado, para hacer que se cumplan las disposiciones judiciales e impedir que prosiga el saqueo de los recursos naturales del país.

La acción de las autoridades merece un aplauso, dado que los habitantes han venido librando una intensa batalla legal en contra de las operaciones de la minera, al considerar que las mismas son perjudiciales para el medio ambiente y la salud humana.

Estos allanamientos abren una luz de esperanza sobre que los funcionarios del actual gobierno, quizá comienzan a comprender que la extracción de la riqueza natural del país tal como se viene haciendo, solo enriquece a unos pocos empresarios locales y extranjeros en perjuicio de los intereses nacionales.

Como es del dominio público, las empresas de capital extranjero, dedicadas a la explotación del oro y la plata, apenas le dejan al país regalías por el equivalente del 1%, mientras en Bolivia están obligadas a pagar el 82% y en Polonia el 90%.

Hace varias semanas, la Corte de Constitucionalidad confirmó la resolución de la Corte Suprema de Justicia, ordenando la suspensión de las actividades de explotación como resultado de las acciones promovidas por los moradores, argumentando que la respectiva licencia fue otorgada en forma ilegal, pues la empresa no cumplió con realizar la respectiva consulta a los pobladores.

Los allanamientos pusieron al descubierto, que pese a la orden judicial, en la compañía minera continuaban las operaciones de extracción de los minerales, en abierta burla a los intereses del pueblo.

En los operativos, las autoridades no solo encontraron los minerales, sino también piezas arqueológicas que ahora están bajo análisis para verificar su valor histórico.

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