Juan Francisco Reyes Lopez
jfrlguate@yahoo.com

Dentro del sistema jurídico se considera que el Estado debe de buscar el respeto de los unos a los otros, aplicar normas de ecuanimidad y de justicia que permitan obtener el respeto individual y colectivo hacia los seres más débiles de la sociedad.

En el ordenamiento legal se ha creado el derecho de familia, el derecho laboral y, en la Constitución de la República, una serie de preceptos que deben de ser respetados y salvaguardados como derechos humanos.

El derecho a la vida conlleva que existan normas e instituciones que velen porque a la persona individual y a las familias se les respete como consumidores.

A medida que se ha evolucionado así son las instituciones que velan y salvaguardan los derechos del consumidor. Existen procuradores y organizaciones que permanentemente vigilan para que el consumidor esté protegido y los proveedores cumplan con respetar y no abusar de la ciudadanía.

En Estados Unidos de Norteamérica se ha establecido que los productores de automóviles, electrodomésticos y demás utensilios y accesorios que la vida moderna hacen parte del consumo, tengan normas de calidad y garantías que vengan a salvaguardar en mínima parte al comprador o consumidor.

La mayoría de marcas de automóviles y vehículos en ese mercado tienen de uno a cinco años de garantía. Además de ello, el vender un vehículo como agencia conlleva la responsabilidad de ofrecer venta de sus repuestos y del servicio que los vehículos puedan necesitar, no puede llegarse ante la agencia que vendió una unidad y ésta decirle tranquilamente “lo siento no tenemos ese repuesto, pero si usted quiere nos lo paga al 100% por adelantado y se lo traemos del extranjero en uno, dos o tres meses”.

Tampoco pueden negarse a proporcionarle una factura proforma donde se indica el número y marca de la pieza y el valor de la misma para que así el consumidor no se encuentre ante un monopolio o un cartel al que le tenga que comprar, sin poder buscar la libre competencia.

En lo personal he experimentado numerosas veces esas circunstancias, uno de los más recientes ejemplos fue un muñón de la rueda delantera de uno de los vehículos que utilizo, en el taller al que se llevó para su servicio y reparación se nos indicó que la agencia distribuidora e importadora no tenía la pieza, pero que la podía importar en aproximadamente un mes y que costaría Q6,000.00 Agregaron que gracias a su administración habían localizado un muñón de iguales características que costaba en plaza Q4,000.00, el cual podían adquirir si lo autorizábamos.

Algo me llamó la atención y al día siguiente, sin previo aviso, me presenté en el taller donde se encontraba pendiente de reparación el vehículo y les pedí que me entregaran el muñón usado, noté una situación anómala, me dijeron que el comprador lo había dejado en una venta de repuestos donde estaba el equivalente, por lo que les indiqué que con gusto acompañaría al comprador y recogería mi pieza usada. Ante ello, me indicaron que por el tráfico era más fácil que el comprador fuera en moto y regresara con la pieza, y que si yo lo deseaba podía llevármela a otro lugar.

¡Guatemala es primero!

Continuará.

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