Cuando Walter Villatoro ejerce su judicatura, ocurre uno de los mejores ejemplos para colocarle rostro a la impunidad con la que se ha tejido esa Guatemala tan corrupta, violenta, pobre, injusta y carente en la que vivimos. Esa nación que condena a la mayoría de sus ciudadanos a la pobreza mientras los “suertudos” dueños de la finca monopolizan los beneficios utilizando a los políticos, jueces y a las instituciones como que fueran propias.

Ayer, Villatoro otorgó medida sustitutiva a los exdiputados al Congreso de la República que fueron miembros de la Junta Directiva con Luis Rabbé y a quienes se había podido capturar por carecer de derecho de antejuicio al haber terminado su legislatura.

Y la verdad es que la actitud del juez nos podría haber sorprendido si es que el fallo hubiera sido de validación de las evidencias y testimonios presentados en la etapa de primera declaración, porque este es alguien con una historia permanente y consistente, fallando a favor de los más cuestionados personajes en procesos muy importantes del pasado.

Entre su grupo de amigos, a los que ahora se sumarán los exdiputados, está conformado, entre otros, por Byron Lima Oliva, Arnoldo Medrano y Enrique Ríos Sosa. Todos ellos, beneficiados por el mismo juzgador en casos en los que la evidencia era más que contundente.

Y la investigación que realiza la Supervisión de tribunales, evidentemente, no arrojó los resultados evidentes por sus acciones, lo que nos vuelve a demostrar que dicha instancia de auditoría sobre el actuar de los juzgadores es finalmente parte del sistema.

Es condicionante la decisión del Juez de otorgar la medida sustitutiva porque libera la presión a los otros rostros de la impunidad que en sus puestos de Magistrados a la Corte Suprema de Justicia, podrán decidir sobre los antejuicios con mucha más tranquilidad a favor de quienes les pusieron para garantizar que la chamarra de la impunidad se siguiera tejiendo.

Hemos dicho varias veces que existe una desesperación evidente de quienes no quieren que se les cierre el chorro de la impunidad que garantiza la corrupción y los grandes negocios que han sido el pilar de las inmensas fortunas que hay en el país. Por supuesto, no quieren dejar de ser los que ordeñan la vaca de los beneficios.

Pero lo más importante, es que nos demos cuenta que con pasos y etapas como las que está dando Villatoro es como se le quiere quitar el peso al caso que tanto el Ministerio Público como la CICIG han realizado. Villatoro, otro rostro de la impunidad, termina siendo el rostro de la “justicia” chapina.

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