Mamerto Reyes Hernández
Economista agrícola

Hace más o menos un año comencé un estudio para la Dirección General de la Investigación de la Universidad de San Carlos (Usac) sobre las pruebas de admisión que esta universidad practica desde 2001. Fue un ejercicio diferente a todos los que he realizado. En primer lugar, nunca había encontrado tanta resistencia para realizar un trabajo como la que encontré en este, en particular en la coordinación del Sistema de Ubicación y Nivelación (SUN), que sin faltar un ápice a las buenas maneras siempre me negó los archivos de todas la cohortes de las pruebas de conocimientos básicos que necesitaba; y segundo, una vez terminado y entregado, el estudio fue engavetado y hasta hoy duerme el sueño de los justos.

Además de experiencias, el estudio me dejó varios archivos de datos sobre habilidades académicas que he continuado analizando para escribir un par de artículos para revistas de investigación científica. Uno de los resultados encontrados que llama la atención es que en Guatemala, como regla general, las escuelas privadas no están produciendo estudiantes con niveles de habilidades académicas superiores a las que cultivan las escuelas públicas, contradiciendo el mito diseminado entre las capas medias de la sociedad de que las escuelas privadas son mejores.

Para analizar la información descompusimos la población de estudiantes de primer ingreso primero en tres campus, luego por la carrera que estudiaron en el nivel medio y tercero, por el área facultativa de la carrera universitaria donde se inscribieron y en todos los niveles de análisis de compararon las medias de habilidad numérica de estudiantes de escuelas privadas y públicas.

La población de primer ingreso analizada asciende a 21,145 estudiantes, de los cuales el 24.85% está inscrito en el campus central, 34.45% en los centros universitarios y el 40.70% en la Facultad de Humanidades.

En el análisis por campus, que es el único sobre el cual presentaremos resultados, se encontró que el campus central (excluyendo la Facultad de Humanidades) tiene los estudiantes con mayores medias de habilidad y estos provienen de escuelas privadas. En este caso, las medias fueron de 64.32 y 54.22 puntos, para las escuelas privadas y públicas, respectivamente, y de acuerdo con el análisis de varianza se pueden considerar significativamente diferentes, es decir, la diferencia entre las medias no se debe al azar. En los centros universitarios del interior no se encontró que sus medias fueran diferentes (46.17 y 45.42 puntos). En la Facultad de Humanidades, las medias fueron significativamente diferentes y la media de los egresados de escuelas privadas fue menor que la de graduados de escuelas públicas, aunque los niveles de las medias fueron muy bajos (36.82 y 38.19 puntos). Las medias generales fueron de 48.23 y 44.11 puntos para las escuelas privadas y públicas, respectivamente, y también fueron significativamente diferentes.

Estos resultados se explican con razones simples. El campus central está localizado en la Ciudad de Guatemala, centro neurálgico del país y por lo mismo, dispone de mejores escuelas privadas y públicas y en general, las familias son menos pobres. Los estudiantes de los centros universitarios vienen de escuelas del interior y en su mayoría se encuentran en desventaja frente a las de la capital, no sólo por las escuelas de donde egresaron sino también por la pobreza más diseminada entre las familias. Lo mismo puede decirse para la Facultad de Humanidades, una escuela facultativa que si bien inscribe a todos sus estudiantes en el campus central, la mayoría estudia en extensiones que operan en el interior del país fuera de la jurisdicción de los centros universitarios.

Sobre la superioridad de las escuelas privadas en la formación de sus estudiantes, investigaciones realizadas en Chile y México indican que esto se debe a la provisión de capital educativo y cultural que las familias ponen a disposición de sus hijos y no necesariamente a mayores recursos económicos en general. En Chile encontraron que si el ingreso monetario interacciona con padres con educación superior, la probabilidad de ingreso a la universidad es más alta que si lo hace con padres con menor nivel educativo.

En Guatemala, si los resultados de Chile y México son extrapolables, se puede indicar que debido a la inequidad existente en el país en la distribución de la riqueza y de las oportunidades para generarla, los bajos niveles de habilidad de la mayoría de estudiantes bien pueden explicarse en función de la baja asignación de capital educativo. Por un lado, la mayoría de estudiantes al igual que la mayoría de población proviene de hogares carentes de recursos y/o con cabezas de familia con ninguna o baja escolaridad y culturalmente no dimensionan los beneficios de mayores provisiones de este tipo de capital para el hogar o una interacción de ambos factores.

Para finalizar se debe concluir que en Guatemala no es cierto que las escuelas privadas cultiven mayores niveles de habilidades académicas en sus estudiantes que las escuelas públicas. Se encontró que el campus central de la Usac este argumento sí es cierto, pero que no lo es entre los estudiantes de los centros universitarios y la Facultad de Humanidades.

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