Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com
Gracias a los medios de comunicación social y al desarrollo de la internet y otros programas electrónicos, los habitantes de todos los países pueden estar enterados de lo que sucede en el mundo y de cómo viven los ciudadanos de la mayoría de países de Europa, de Norteamérica, del África, del Asia y América Latina. Es por ello los permanentes requerimientos que se le plantean a todos los gobiernos.
La ciudadanía quiere tener, ellos y ante todo sus hijos y nietos, la oportunidad de vivir dentro de una clase media que le brinde oportunidades y satisfactores como los que tiene la clase media que hemos descrito que existe en los países desarrollados.
Esto es positivo, no pretenden ser parte del 1% o 2% de la población en riqueza, aunque por supuesto no rechazan ni les molestaría serlo, lo que no aceptan ni tienen porque aceptarlo es vivir en la pobreza, en la extrema pobreza y en una clase media raquítica que no les permite tener una vida diaria donde puedan todos comer, estudiar y desarrollarse suficientemente para vivir en paz.
Tanto los gobiernos de derecha, como de izquierda o del centro en América Latina, están ante la crisis de poder lograr que su población sea predominantemente ese 80% de una clase media satisfecha.
En Guatemala y Centroamérica la principal posibilidad de no seguir en la pobreza es inmigrar hacia países como Estados Unidos y el Canadá, donde el salario mínimo por hora es diez veces más alto que el salario mínimo que rige en nuestros países.
La corrupción, tanto en el sector público como en el sector privado, es la principal manifestación de querer una riqueza que difícilmente se logra a través del trabajo correcto.
En Centroamérica, especialmente en Guatemala, la gran mayoría de pequeños, medianos y hasta grandes empresarios se apropian de los impuestos o los evaden, de cada cien lectores por lo menos noventa han vivido las circunstancias que al comprar una joya, un inmueble e incluso bienes de consumo diario no les den factura, eso hace que no se pague por el fabricante o el comerciante el Impuesto Sobre la Renta y por supuesto su precio, que incluye el IVA, le da un rendimiento mayor al no emitir facturas.
Ellos se acercan a la clase media pudiente, pero a sus clientes los mantienen en la clase media deteriorada, que no se percata que al no exigir facturas por sus compras y adquisiciones están haciendo extremadamente difícil que la carga tributaria del país permita educación, salud, seguridad e infraestructura para vivir razonablemente y poderse desplazar de su hogar a su trabajo en la mitad del tiempo del que le toma todos los días.
Sus hijos no reciben una adecuada educación ni primaria, ni secundaria, ni universitaria, en otras palabras el círculo vicioso que mantiene en subdesarrollo a la población de nuestros países está en que no prospera la clase media y ésta no prospera porque no se le da los medios y las oportunidades para hacerlo.
El actual gobierno encabezado por el binomio presidencial de Jimmy Morales y Jafeth Cabrera tiene que decidirse, comprometerse, definirse y tomar las acciones para incrementar la clase media e impulsar salarios justos.
Si el presidente, vicepresidente, ministros, diputados y los miembros de las cortes ganan desde 25 salarios mínimos hasta por lo menos 10, cómo pueden esperar que la mayoría de guatemaltecos solo tengan uno o máximo dos salarios mínimos mensuales.
¡Guatemala es primero!