Javier Monterroso

En abril del presente año el Congreso de la República aprobó el decreto 26-2016 que contiene las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, ahora corresponde al Presidente la decisión de sancionar esa ley, es decir, avalar sus contenidos y mandarla a publicar o bien puede vetar la ley y regresarla al Congreso.

Las reformas aprobadas por el Congreso no son exactamente las mismas que quienes participaron en las manifestaciones de abril de 2015 y exigían, hay temas, por ejemplo, el de la paridad entre hombres y mujeres al momento de las candidaturas o que los comités cívicos puedan proponer candidaturas a diputaciones que no se aprobaron porque los diputados no quisieron hacerlo, y hay otros temas como los listados abiertos para elegir diputados en forma nominal o la no reelección de diputados y alcaldes que no se pueden modificar sin cambiar antes la Constitución Política, es decir la ley aprobada por el Congreso no es una ley perfecta y no satisface los intereses de los sectores más progresistas.

Sin embargo, la ley aprobada por el Congreso sí representa un avance importante en varios temas tales como: 1. Permite el voto en el extranjero, lo cual es un derecho que se ha negado para los migrantes, 2. Prohíbe el traslado de votantes a los centros de votación, fraude que ha permitido ganar elecciones sobre todo en los pueblos, 3. La Contraloría General de Cuentas puede fiscalizar los fondos de los partidos, lo que reduce las posibilidades de corrupción, 4. Le da más poder al Tribunal Supremo Electoral para fiscalizar los fondos de los partidos, 5. Establece más controles, prohibiciones y sanciones para el financiamiento de los partidos, 6. Prohíbe y sanciona esa pesadilla para todos los guatemaltecos que es la campaña anticipada, 7. Obliga a usar el método proporcional de minorías en las elecciones de comités ejecutivos de los partidos, lo que permite mayor democracia interna, 8. Limita el período de los secretarios generales en los partidos a seis años consecutivos mientras ahora no hay límite de veces para reelegirse, 9. El cargo de secretario general es incompatible con cargos públicos, es decir ya no se darían casos como el de Roxana Baldetti que era vicepresidenta y a la vez secretaria general del PP, 10. Se prohíbe el transfuguismo de diputados, 11. Se reconoce el voto nulo para repetir una elección, 12. Se prohíbe publicar encuestas quince días antes de la elección para evitar influencias en el votante, 13. Sólo pueden postularse a alcaldes quienes estén empadronados en el municipio por el que se postulan. 14. Se prohíbe entregar regalos como propaganda que es uno de los mayores vicios de la política nacional, 15. Se prohíbe promocionar obras públicas como propaganda lo cual hacen todos los gobiernos. Y sin duda lo más importante: 16. Se establece la distribución igualitaria de propaganda en medios de comunicación lo que definitivamente permitiría un sistema democrático más equitativo y menos dependiente del financiamiento y de la TV. Por todas estas razones el Presidente Morales debe sancionar la ley electoral, vetarla y regresarla al Congreso es enterrar un avance importante para el sistema democrático.

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