Edith González
El teatro conmueve, ilumina, incomoda, perturba, exalta, revela, provoca, trasgrede. Es una conversación compartida con la sociedad.
Manifiesto del Teatro 2006
En un comunicado que recibí se lee: «En el marco del Día Mundial del Teatro el Ministerio de Cultura y Deportes realizará una serie de actividades, para rendir homenaje a quienes participan en esta expresión artística en Guatemala». Brinda un calendario de actividades que iniciaron el miércoles 30 de marzo incluyendo homenaje a 4 luminarias de la escena: Yolanda William María Teresa Martínez Raymundo Coy y Herbert Meneses, y finalizaron hoy con una Comparsa que salió del Parque Centenario y recorrió la Sexta Avenida hasta llegar al Teatro al Aire Libre, Otto René Castillo del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias.
El día Mundial del Teatro se creó en 1961 por iniciativa del Instituto Internacional del Teatro (ITI). Uno de los actos más representativos es la circulación del Mensaje Internacional, tradicionalmente escrito por una personalidad de reconocido prestigio en el mundo del teatro.
En 1968 correspondió a Miguel Ángel Asturias, este 2016 a Anatoli Vasíliev de la Unión Soviética quien tituló su mensaje ¿Necesitamos teatro? Y responde: «Hoy en día la escena es tan insignificante, en comparación con las ciudades y estados donde se juegan auténticas tragedias de la vida real. El teatro puede decirnos todo. Necesitamos cada forma de teatro. Sólo hay un teatro que seguramente no es necesario para nadie, me refiero al teatro de juegos políticos, un teatro de políticas «ratoneras», un teatro de políticos, un inútil teatro de políticos. Lo que sin duda no necesitamos es un teatro de terror cotidiano, ya sea en lo individual o colectivo, lo que no necesitamos es la escena de cadáveres y sangre en las calles y plazas de las capitales o provincias, un teatro falso sobre los enfrentamientos entre religiones o grupos étnicos».
En nuestro país el teatro ha tenido buenas temporadas, con la presentación de obras de talla internacional, con directores extranjeros y nacionales como Manuel Lisandro Chávez, Antonio Crespo, Arturo D´arcy, Raymundo Coy, Roberto Oliva, Fran Lepe, Guillermo Ramírez, Ana María Iriarte, Miguel Cuevas, Rubén Morales Monroy, Carlos Menkos, Carlos Figueroa, Roberto Mencos, Romney Brent, Domingo Tessier, Carlos Ferreyra, Carlos Catania, Ernesto Mérida, Luis Tuchán…
Y por supuesto grandes figuras. Me referiré hoy a Edna Guillén, una actriz graduada en la Academia de Arte dramático de la Universidad Popular en 1980, y obtuvo el Bachillerato en Arte especializado en Teatro en la Escuela Nacional de Teatro Cine y TV. Participó en más de 25 obras para adultos y niños habiendo estado en escena en más de mil oportunidades con obras como: El Señor Presidente, El Corazón del Espantapájaros, La casa de Bernarda de Alba, Don Quijote, María, La Barca sin pescador, Prohibido suicidarse en primavera. A lo largo de su vida en las tablas cosechó, risas, lágrimas, enojos, alegrías, confusiones, aplausos y mucho calor humano de sus compañeros y del público ¡Felicitaciones!