Factor Méndez Doninelli
“Hay un hecho que rebasa el vaso de agua, y es una acción militar al mando de una patrulla que ametralla a unos estudiantes de la Facultad de Derecho que están colocando carteles y rótulos en la 9ª. avenida y 10ª. calle”.
(Manuel Colom Argueta. “El significado de las jornadas de marzo y abril”. Universidad de San Carlos de Guatemala. 1980).
El hecho trágico al que alude la cita anterior, costó la vida de los universitarios, NOEL LÓPEZ, ARMANDO FUNES y JORGE GÁLVEZ TOLEDO, ejecutados por elementos de una patrulla militar, al mando del Teniente Erick Mendizábal; sucedió la tarde del 12 de abril de 1962, frente a la antigua Facultad de Derecho de la Universidad de San Carlos, hoy Museo Universitario, Musac. Más tarde, frente a la Escuela de Comercio, fue ametrallado por la policía nacional, el estudiante de secundaria FELIPE GUTIÉRREZ LACÁN.
La matanza de estudiantes es un episodio de los muchos ocurridos durante las jornadas populares de marzo y abril de 1962, hace 54 años. Las jornadas de 1962, son la primera expresión organizada de resistencia popular contra la dictadura militar del General Miguel Ydígoras Fuentes, ocurrida ocho años después de la invasión contrarrevolucionaria de 1954, que derrocó al gobierno democrático de Árbenz.
La lucha popular contra el régimen corrupto de Ydígoras, fue encabezada por el FRENTE UNIDO DEL ESTUDIANTADO GUATEMALTECO ORGANIZADO –FUEGO-, de los estudiantes de secundaria, quienes junto con la ASOCIACIÓN DE ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS –AEU-, estuvieron a punto de conquistar el poder político, con un claro planteamiento programático.
Con respecto al programa propuesto por los estudiantes, el licenciado Clemente Marroquín Rojas, -fundador de La Hora escribió el 20 de marzo 1962, el editorial titulado, “SOLO LOS ESTUDIANTES HAN TENIDO PROGRAMA”, del que por su importancia histórica cito fragmentos: “En los actuales movimientos políticos y sociales, los estudiantes expusieron un programa de acción: formularon un pliego de peticiones terminante, los partidos políticos callaron, no dijeron si hacían suyos estos puntos o si diferían de ellos parcial o totalmente. La petición estudiantil constituía un cambio total de régimen: Ejecutivo, Congreso, Poder Judicial, etc. Era pues y sigue siendo: un cambio total en la estructura del gobierno. Los partidos políticos de derecha: MLN y Democracia Cristiana seguramente no aspiran a esto, porque en sus finales constituiría la destrucción de lo que ellos fundaron el año 54. Sin duda, por esto, nada dijeron de sus pretensiones ni nada han dicho con la claridad que los estudiantes”.
La resistencia en marzo y abril de 1962, no se redujo al ámbito urbano, trascendió a ciudades como Cobán, Quetzaltenango, Puerto Barrios, Jalapa, Chiquimula. En estos dos meses de lucha, el descontento popular llevó a la población a unirse a los estudiantes y obreros. Bernardo Lemus, dirigente universitario de la época, luego ejecutado por la dictadura, escribió: “En la historia de Guatemala las jornadas de marzo y abril de 1962 constituyen una gesta importante de lucha del pueblo, si no la más importante dada la participación masiva, la profundidad política y el hondo contenido democrático y revolucionario de sus objetivos”.
Los estudiantes, maestros, obreros y trabajadores sindicalizados fueron las víctimas principales de la dictadura. Las acciones preinsurrecionales de 1962, más el cierre de espacios democráticos, incubaron el clima propicio para que un año después, surgieran los primeros movimientos de resistencia armada. Rescatar la memoria histórica, es un deber de lealtad.