Javier Monterroso

Es costumbre que los gobernantes recién elegidos tengan un período de gracia de unos cien días durante los cuales, se supone, están aprendiendo a gobernar y se empieza a vislumbrar el rumbo que tomara el gobierno, ¿Por qué son cien días? No hay una razón específica, pero parece un plazo razonable para conocer el carácter de la nueva administración que durante 1,460 días guiará los destinos del país. Sin embargo, creo que en el caso del gobierno del FCN no será necesario esperar cien días para determinar que estamos ante un gobierno incapaz y que al finalizar el mismo estaremos peor aún de como empezamos.

Comenzó mal desde la integración del Gabinete: una amalgama de intereses diversos que jala cada quien por su lado, sin ninguna orientación macro, sin ningún plan, representantes del sector privado en economía y finanzas, del vicepresidente en salud y educación, de los financistas en cultura y comunicaciones, en el caso de seguridad se disputan el terreno los bendecidos por la CICIG y el MP contra los militares de línea dura que rodean al Presidente, en ningún ministerio se recibe línea de Jimmy Morales quien ni siquiera conocía a sus funcionarios hasta muy pocos días antes de nombrarlos, pero no es porque los ministros no le reconozcan autoridad al Presidente que no le escuchan, es porque el señor Morales no sabe absolutamente nada de políticas públicas, de leyes o de economía y, además, no tiene un plan de gobierno.

Es por lo anterior que desde la toma de posesión el Presidente ha delegado el gobierno en sus ministros mientras él se ha dedicado a hacer lo único que sabe: salir en los medios hablando y haciendo tonterías. Sus actos más importantes de gobierno han sido: apoyar moralmente a la Selección de Futbol, rezar junto a un grupo de personas en el Parque Central, realizar visitas a escuelas donde dona parte de su salario (unos cuantos miles de quetzales que apenas alcanza para insumos mínimos) y por supuesto defender al Ejército. Es tan pobre la propuesta de Jimmy Morales que tuvo que recurrir al trillado discurso de la pena de muerte para congraciarse con la población.

Además, es preocupante que Sammy Morales, el hermano del Presidente, quien no ocupa ningún cargo público sea el operador y contacto de diversos sectores para llegar al gobierno, como lo demuestra el viaje a Estados Unidos que realizó junto a Carlos “El Pescado” Ruiz en el Jet de la Corporación Multiinversiones.

Pero no solo Jimmy Morales da pasos de ciego en su gobierno, el vicepresidente Jafeth Cabrera es tan insulso como él, su principal acción ha sido responder con “ojitos de cangrejo” a los estudiantes durante la Huelga de Dolores, además de intentar excusar al gobierno de la muerte del niño Mykol David; pareciera que Roxana Baldetti hubiera escogido a un sucesor digno de ella. A este paso no sé si hubiera sido mejor que Manuel Baldizón nos gobernara, al menos él sí tenía un plan de gobierno.

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