Resulta que ante los atentados terroristas de ayer en Bruselas, se conoció un pésame del Parlamento Centroamericano, Parlacen, en lo que se ha constituido en el documento de más importancia que ha emitido una instancia que es aún menos trascendente para un país que contar con una reina de belleza.

Y es que resulta que mientras el país se encuentra en una crisis con la que hemos tenido que parar las patrullas por falta de combustible, estamos desesperados de ver la crisis en los hospitales públicos, el Presidente le tiene que pedir a los maestros que donen un pupitre y cuando la hambruna nos llega cada verano para, literalmente, matar de hambre a nuestros ciudadanos, Guatemala tiene que aportar DOS MILLONES Y MEDIO DE DÓLARES, así en mayúsculas, para mantener un foro de haraganes que nunca han aportado más que la chamarra de la impunidad con que salen a taparse los expresidentes.

Podemos decir con toda seguridad, que el día que el Presidente de Guatemala decida que no dará dicho aporte para seguir pagando esos sueldos de miles de dólares por mes a cada uno de los individuos inmunes a la vergüenza, no habrá un solo ciudadano, más que los afectados por ser familiares de dichos personajes, que se oponga al respecto.

Estamos seguros que sobre el escritorio presidencial o del mismo Ministro de Finanzas se encontrará algún pedido que de inmediato le daría buen uso a ese dinero en lugar que sirva para financiar el centro de reunión del cuchubal de la mediocridad regional.

Todos los años, repetidamente, hemos hablado de la inutilidad de un foro del que nadie ha obtenido nada. Y es que sinceramente lo que pareció una idea interesante en un principio, terminó demostrando que no es más que una pena para toda la región.

Dice en dicho pésame el presidente de dicho foro, José Antonio Alvarado, a quien presumimos que el lector nunca había oído mentar, que extiende sus condolencias a los miembros del Parlamento Europeo con quienes tienen «cooperación interparlamentaria». Vaya brete en que habrá metido a los miembros del Parlamento Europeo que ahora deberán explicar en qué han recibido ayuda de ineptos que no podrían ni hacer un equipo de futbol para recaudar fondos para beneficencia.

Para todos los temas de integración regional hay foros mucho más adecuados que este laboratorio que salió tan mal. Lastimosamente, todos los diputados del Congreso de la República, que tendría que sacar a Guatemala de ese desperdicio, colocan a todos sus familiares allí para que se sigan hartando del dinero público. Así que esperanzas de un voto para eliminar el Parlacen, no están a la vista. Que triste que en nuestra cara, se conviertan en porquería dos millones y medio de dólares.

Artículo anteriorFin de un anacronismo
Artículo siguienteVeredicto en caso Hogan no tendría mucho impacto