Rolando Alfaro Arellano

De esta serie de artículos podemos colegir, que en materia judicial no es suficiente elegir jueces y magistrados cada cierto tiempo, pues sin una reforma judicial integral que urge sea pronta, no podrá ser la justicia pronta y cumplida.

En ese sentido, de nada sirven las protestas y denuncias del lento trabajo de los tribunales y de buscar excusas y pretextos para justificar lo que no existe.

Asimismo lo único que dará frutos inmediatos es el agilizar el sistema procesal y las iniciativas de ley presentadas al Congreso de la Republica aunque habrá que convencer a los actuales legisladores a que se interesen más en las iniciativas de ley que se han mandado al archivo.

¿Qué paso con la iniciativa de ley de Reforma Judicial presentada por el exmagistrado Gabriel Medrano Valenzuela a efecto de que el sistema procesal civil sea oral?

Ya basta de engavetar iniciativas pues el daño es para propios y extraños, sea en materia ambiental, laboral, penal, procesal penal, penitenciaria, procesal civil y mercantil, administrativo, y un largo etcétera.

Exhorto a los funcionarios actuales a que revisen por el medio oficial que les corresponda el denunciado atraso ya que a la postre tales negligencias pueden acarrear en un futuro no lejano delitos de incumplimiento de deberes, cohecho pasivo, tráfico de influencias; y lo más grave, traición al pueblo de Guatemala.

Lo anteriormente escrito no es del otro mundo, pues basta con inventariar los trabajos urgentes que se han mandado a archivar o engavetar, so pretexto de que no hay fondos, ni ayuda extranjera, ni capacidad para ejercer las funciones que se les ha asignado por la vía del voto. ¿Estamos?

Da verdadera pena que se tenga que acudir a ayuda extranjera porque no se pueden atender los ingentes problemas nacionales. ¿Qué paso con el nacionalismo?

En materia judicial, desde que empezaremos los estudios de Ciencias Jurídicas y Sociales, hemos venido escuchando de la falta de personal, de edificios, de salas inexistentes y de la improvisación en el nombramiento de personal judicial, y que no se ha progresado por el abandono de instalaciones, y lo peor de todo, de pasar al Congreso de la República evaluaciones de la Carrera Judicial, cuando con todo ello, se atropella las carreras de profesionales que han dedicado su vida a la administración de justicia, dejándose en manos de personas que se dedican a cuestiones políticas y no a profesionales que desde sus estudios han escalado por la práctica que se exige en las facultades de derecho para optar a la Carrera respetiva. El único ejemplo que se nos viene a la memoria es el del Doctor Edmundo Vásquez Martínez, que las evaluaciones ya citadas de practicaran en la Propia Corte Suprema de Justicia.

De continuar con la viciada práctica de encomendar a los diputados políticos, la elección de los funcionarios judiciales, no nos quejemos de seguir padeciendo los atrasos ya descritos en lo relativo a la Administración de Justicia.

Finalmente, si los legisladores de los últimos diez años no han podido cumplir con aprobar leyes que son de urgencia nacional para evitar desastres y siguen faltando a la confianza de aquellos que han depositado su fe en que cumplirán su mandato, en conclusión, poco podremos esperar los guatemaltecos que la verdadera civilización, la paz y el progreso llegue a nuestra querida tierra, Guatemala.

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