Parece que solo fue ayer cuando con la misma energía de quienes celebraron los lejanos triunfos de la Selección Nacional de Futbol, la ciudadanía con orgullo y casi que congratulación propia decía que había existido un “despertar” social que no permitiría que siguieran los abusos y, menos, que el sistema diseñado para siempre favorecer a los mismos continuara tras evidenciarse el abuso de los políticos en las esferas del Ejecutivo, Legislativo y los partidos políticos.

Pero resulta que la ciudadanía como que tiene un problema serio de salud que le genera un cansancio incontrolable porque, lastimosamente, se durmió a medio camino sin importar que el futuro de sus mismos hijos dependiera de ese “despertar” con que muchos se sintieron héroes.

Ahora resulta que los diputados empiezan a hacer sus shows en los que parece una abierta competencia por demostrar quién es el más sinvergüenza y resulta que es una competencia muy reñida como para decidir al ganador. Entre las acusaciones de los mañosos, como los uneístas Fajardo y Taracena, pasando por los oficialistas que recogieron basura que ahora llaman “tránsfugas” y los que se dicen honrados pero nunca denuncian nada, nada cambia. Mientras, la sociedad duerme.

También podemos recordar que la aprobación de las reformas a la Ley del Ministerio Público quisieron intervenir la institución que inició con procesos el cambio en las esferas políticas y de poder. Como eso no funciona, aún queda por ver si cederán en darle los recursos que requiere o si están felices que puede funcionar hasta agosto. No digamos lo que hicieron con la Ley Electoral y de Partidos Políticos donde no le quieren entrar al tema del financiamiento de las campañas con la que los financistas se garantizan el control de los beneficios y los políticos son sus mandaderos para lograrlo. Y la sociedad, bien dormida.

Y nos sale una Corte de Constitucionalidad con la que la sociedad se ha quedado con la boca callada mientras abogados garantes de poderosos intereses monetarios, de políticos y de las conocidas prácticas oscuras han sido electos para defender en la Corte Celestial contra cualquier intento de transformación del país. Recordemos que ha sido esa corte la que impulsa o detiene los temas de trascendencia a su manera. Pero el sueño no deja que la sociedad se mueva.

Finalmente, como en el caso Portillo, creemos que con Pérez y Baldetti ya hemos llegado a la meta. La sociedad no se echa agua en la cara para que, bien despierta, vaya por los beneficiarios y los políticos como Colom, Berger, Arzú, etc. Ojalá estemos equivocados, pero parece que ya la sociedad está bien cuajada.

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