Fernando Mollinedo C.

Relacionado con el tema de la educación, abordo hoy un aspecto educativo que necesitamos reforzar en la población escolar. Me refiero a la enseñanza de VALORES éticos, morales y religiosos que conduzcan a una mejor actuación ciudadana.

Quienes conocemos el Ministerio de Educación, sabemos que no es fácil la función de instruir; sin embargo, reconocemos que SÍ ES POSIBLE hacerlo con la voluntad de quienes tienen a su cargo dicha actividad. Además, hacerlo poco a poco, es algo que se adelanta y se gana en los procesos modificativos de conducta.

La enseñanza y en su caso la ratificación, de conductas adecuadas a los principios y valores de la sociedad guatemalteca es imprescindible; porque es el fundamento para el respeto del orden establecido en materia legal y en materia social; de ello se desprende el hecho de vivir en paz y gozar de tranquilidad en la vida diaria.

A los educadores se nos tilda de ser «muy románticos» en la pretensión de alcanzar los objetivos educacionales contenidos en los programas oficiales del ministerio de educación; sin embargo, no hay que llamarnos a mentiras y aceptar que si no se logra que una mayoría de alumnos entiendan y apliquen los conocimientos aprendidos.

De esa forma, se puede entender que existe la posibilidad de que los maestros brinden los conocimientos axiológicos y cívicos a la población estudiantil, lo cual reforzaría los pocos, muchos o nulos valores aprendidos en casa; es decir, necesitamos una complementación educativa en el proceso de enseñanza en el sistema educativo guatemalteco.

Los objetivos educacionales no solo se proyectan para alcanzar una vida económicamente activa; se pretende alcanzar un estadio emocional y cultural que permita el desarrollo integral de los educandos; pero como eso es imposible por diferentes y múltiples circunstancias, se debe pensar en proporcionar dichos conocimientos en su etapa formativa durante su época escolar.

La responsabilidad educativa, no recae sólo en el Mineduc, en él intervienen la familia, la escuela, la religión y los aparatos ideológicos de comunicación masiva. Sobre éstos últimos, se supone que el Estado debe ejercer un control en lo relativo a sus proyecciones y/o programaciones por medio de dependencias especializadas en materia cultural y educativa, lo que se conoció como Departamento de Censura de Espectáculos Públicos del Mineduc; ahora a cargo del Ministerio de Cultura.

¿Podrá el Mineduc, capacitar en el presente año a maestros a las personas para realizar tal función inherente a su condición de docentes? Es una necesidad inmediata para resolver por lo menos, algunos de los graves problemas que aquejan a la sociedad por el irrespeto a la ley, a las costumbres y a los usos sociales.

Lo anterior, podría servir para tema obligatorio de Seminario en el presente ciclo escolar 2016, de forma clara y concisa, le propongo al Ministerio de Educación que considere la conveniencia de ese contenido. Sería lo más loable y el Mineduc haría un inmediato y buen aporte a la sociedad que lo necesita y espera de manera urgente. Oj Alá que sea posible. Otros si lo harán.

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