Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt

En la antesala del domingo 6 de septiembre del 2015, un amigo me dijo: «¿no vas a ir a votar? ¿Qué no has entendido que con tu voto decidís el rumbo que tenga este país?». Respeto tu opinión, pero en unos meses hablamos, le dije, porque quererte hacer entrar en razón ahora es sinónimo de decirle a un hijo «cuándo seas papá me vas a entender», es decir, los hijos no dimensionamos las cosas hasta que nos toca la paternidad.

Y justamente el fin de semana recibí una llamada de ese amigo en la que me dijo: «Odio decirte que tenías la trompa llena de razón. No estamos igual que antes, estamos peor porque todos creímos que con lo del año pasado habíamos cambiado, pero en realidad todo sigue igual aunque muchos juran que no.»

«En el Congreso siguen con las mismas mañas todos los diputados; ahora ya entendí eso del Listado Geográfico de Obras y mientras todos nos quedamos con el tema de las plazas y los tránsfugas, que son importantes pero no al nivel de lo otro, dejamos además que la señora que perdió las elecciones recobrara mucho poder».

«En el Ejecutivo pasó lo mismo que ha pasado en todos los gobiernos. La mara dice que Jimmy es peor que el resto, pero es lo mismo y se ha asegurado que sigan las mismas mañas; llegó sin plan, tal y como lo han hecho los otros».

«En algunos jueces, el MP y la CICIG encontrás alguna luz de esperanza, pero cuando te das cuentas que los frentes son tantos, te ahuevas porque realizas que mientras no cambien las reglas, aquí los ladrones solo se reciclan, cambian de piel o de esquema y siguen operando».

«Odio decirte que tenías razón porque me doy cuenta que mi voto no sirvió de nada más que para empoderar a una bola de mafiosos que fríamente calcularon que la gente no iba a pasar de la Plaza Central, una vez lograran que Pérez y Baldetti salieran del poder y que ni Baldizón ni Torres ganaran la presidencia».

A lo que todavía le repliqué: «Qué bueno que te diste cuenta de nuestra triste y lastimosa realidad, aunque hay factores que no estás viendo aún. No des por muertos políticos como Baldizón, Sinibaldi y especialmente a Torres, pues ésta última ha venido empoderándose y preparándose pensando que si falla Morales ella es el recambio perfecto. Los primeros dos, le cambiaron de traje a sus bancadas y partidos y pretenden seguir con las mismas prácticas de negocios y chantajes que también hace Torres con la UNE.

Además, nunca te olvides que aquí hay poderes con una doble moral tremenda que critican la corrupción de sus rivales, pero la justifican cuando sus amigos hacen de las suyas.

A eso súmale que hay diplomáticos que se tragan la píldora de la «transparencia» en el Congreso y los cambios de fondo no se van a dar como se debe, porque es como pedirle a los reos que reformen el Sistema Penitenciario. Si no me cree, vea la «gran reforma política» que no toca el tema medular del financiamiento por quienes tienen intereses especiales y vea el caso del transfuguismo, pues lo prohibieron pero antes le dieron 30 días a los diputados para que hicieran los juegos que consideraban necesarios.

Las elecciones del 6 de septiembre fueron una fiesta que usted y yo pagamos pero a la que no estuvimos invitados; nunca nos darán un lugar en la verdadera mesa de las decisiones, salvo que así como el 6S se acudió a las urnas en masa, así nos hagamos escuchar para incidir en los grandes temas de Nación.

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