Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt
Un gobierno como el de Jimmy Morales no se puede dar el lujo de cometer ciertos errores. Así como me pareció digno de encomio el gesto que tuvo al viajar sin privilegios cuando fue a Ecuador y aplaudí su actitud, creo que es del caso señalar que el manejo que se ha hecho del tema de la donación de medicamentos es un error imperdonable porque al final de cuentas se afecta la credibilidad que debe ser el mayor activo a favor del gobernante que se presentó como un hombre transparente durante la campaña, marcando diferencia con los políticos que roban, mienten y se corrompen.
No es pecado de Jimmy Morales que alguien dentro de los donantes de medicinas haya querido presumir regalando medicamentos vencidos o muy próximos a vencer y así lo entendió el Ministerio de Salud al emitir un comunicado en el que dice que ese tipo de producto ya fue retirado, aunque no llegó a ser del todo veraz el contenido del boletín ministerial porque la supervisora de hospitales de la Procuraduría de Derechos Humanos detectó ese tipo de producto en el Roosevelt y no en alguna bodega o basurero.
Si los donantes querían ayudar a Jimmy Morales dando un buen golpe de efecto mediante una donación cercana al millón de quetzales en medicamento y le engañaron usando el acto como una oportunidad para salir de productos que ya no podían vender al público, lo menos que el Presidente tenía que hacer era admitir que le timaron y señalar quiénes, dentro de los donantes, fueron los que de manera indecente quisieron aprovecharse de la crisis del sistema de salud, de la buena fe del mandatario y de la población a la que engañaron al presentarse como “filántropos” que desinteresadamente ponían su grano de arena para ayudar a salir de una crisis.
En otras palabras, todo este embrollo no lo está armando la prensa ni La Hora, como supone el vocero del Presidente Jimmy Morales, sino los que estafaron al gobierno haciendo un ofrecimiento engañoso y potencialmente perjudicial para la salud pública. Pero el daño político lo está creando simple y sencillamente el mismo gobierno al no saber manejar con la verdad un hecho que de ninguna manera tendría que ser motivo de vergüenza para el presidente Morales porque él no pactó con los donantes lo que ellos hicieron. Estoy seguro que cuando el mandatario anunció la “grata sorpresa” que daría al nada más tomar posesión, lo hizo con absoluta buena fe y convencido de que sus amigos realmente querían ayudar al sistema hospitalario del país. En otras palabras, él también fue víctima del engaño y lo único que tenía que hacer era aceptar lo ocurrido y dar a conocer quiénes se quisieron pasar de vivos, lo cual sería además sano para aquel donante, si lo hay, que no recurrió a la misma jugarreta.
El escándalo no sería escándalo si el gobierno asume una postura transparente y acepta el engaño de que fue víctima. Se vuelve escándalo porque han querido negar el hecho que ellos mismos admiten al decir que una comisión retiró los medicamentos vencidos y ese error afecta seriamente lo que más tiene que cuidar el Presidente, es decir su credibilidad.