Dra. Ana Cristina Morales Modenesi

El título resulta ser un juego de los nombres de los libros: “El amor, las mujeres y la muerte”. Y “El amor, las mujeres y la vida”. Es de considerar que un gay puede llegar a ser atractivo para muchas mujeres. Sin embargo, no hay la credibilidad de tales cosas.

Para algunos de ellos puede resultar en un halago, tal hecho. Por ser vistos e inclusive deseados por hombres y también mujeres. Para otros, puede ser fuente de bochorno o una situación monstruosa.

Pero la realidad es que los hombres gay pueden resultar altamente atractivos para las mujeres por muchas razones: poseen sensibilidad ante los eventos insignificantes de la vida, suelen apreciar la naturaleza y regocijarse con ella. Son excelentes confidentes, aunque también, pueden ser, tumbas abiertas. Tienen múltiples temas de conversación, expresan ternura, saben exactamente lo que una mujer quiere, conocen sus gustos, expresan detalles insignificantes que para ellas, constituyen una manera especial y delicada de ver el mundo. Con el misticismo del romanticismo con el cual han sido educadas desde niñas.

La mujer puede creer de manera ingenua que ese hombre es capaz de cambiar; en función del amor que ella le pretende obsequiar. Puede surgir un cortejo mutuo acompañado de seducción. De deseo, pero también rechazo.

El hombre perfecto, tal vez no exista. Pero la mujer que se enamora de un hombre gay encuentra de manera posible una evasión ante el tema del machismo y de la violencia contra la mujer. Ella valora la dulzura, comprensión, cariño, una charla en donde él opina pero permite que ella diga, le ayuda a tomar conciencia de su arreglo personal, le ayuda y le opina sobre su nuevo vestido, su corte de pelo, le da sugerencias que cree pueda ayudarla a verse más bonita. Y ante todo, le favorece a tomar conciencia de quien es ella. Con esas sutilezas los gay le proporcionan vida a la vida de la mujer y es entonces… cuando ella cree estar enamorada.

Ese actuar respetuoso, distante del tema de violentar a una mujer, es el mayor atractivo para que ellas piensen estar enamoradas. No es el encanto físico, es la expresión de afecto, la vinculación con respeto, el trato humano que les brindan lo que los hace deseables para muchas mujeres.

Además, si se enamoran de un imposible, existe una alta posibilidad de no sucumbir a los hechizos de un hombre que puede hacerlas sufrir, darles palo y también provocarles muerte. Entonces… para que repetir historias que han terminado mal.

El sexo nunca estará de más, es parte de la vida, “la vida nace del sexo”. Pero para querer tener sexo, habrá que haberse disfrutado. Y si nunca se ha gozado de él, porque han sido educadas para considerarlo pecado, o tan solo ha sido fuente de dolor en lugar de placer.

Entonces… no resulta extraño que una mujer se enamore de un gay. Con quien sentirá compañía, aprecio y podrá compartir todas sus pequeñas y grandes historias. Evadiendo un mundo en el cual es posible la espera de dolor, miseria, malestar, engaño y en donde, le quedará prohibido el crecer y el placer.

Así que una irrealidad con fantasías extremas puede llegar a ser una mejor fuente de placer e incluso, podría proporcionar goce sexual. Ya que las fantasías sexuales de las mujeres llegan a ser tan poderosas que pueden constituir un orgasmo.

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