Raúl Molina

Después de la lucha por la dignidad en 2015, no se puede aceptar esta Alianza impuesta por Estados Unidos. En ningún momento se consultó este plan (remedo de otros, causantes de muerte en Colombia y México) a la sociedad civil guatemalteca, ni tampoco a la hondureña y salvadoreña. Mucho menos a los inmigrantes en Estados Unidos procedentes del triángulo norte de Centroamérica. Tampoco se consultó adecuadamente a gobiernos y Congresos de los países. Dudo, incluso, que exista una copia del plan gringo en castellano, ya que los documentos impuestos nos llegan en inglés. Por dignidad, debemos rechazarlo, aprovechando que dos países aún deben establecer sus respectivas CICIG. Migrantes y sociedad civil debemos estudiarlo y modificar lo que sea contrario a los derechos humanos y a los intereses de las grandes mayorías de Centroamérica.

La presidencia colocó en el Internet el documento: “Guatemala creará una agencia para institucionalizar el Plan Alianza para la Prosperidad” y le pone como fecha: “January 19, 2016”, tal y como lo envió la Embajada. En lugar de generar programas y proyectos sin burocracia y corrupción, Jimmy Morales anuncia que se creará un “elefantito blanco” con dos objetivos centrales: “Transparentar los fondos donados al Plan Alianza para la Prosperidad e institucionalizar los programas relacionados para evitar la migración de los centroamericanos”. Jimmy no solamente ignora como objetivo central el desarrollo en Guatemala que haga innecesaria la migración de compatriotas, sino que, además de controlar, represivamente, el flujo migratorio de las y los guatemaltecos, ahora se propone frenar también el flujo migratorio de hondureños, salvadoreños, nicaragüenses y costarricenses. Jimmy dijo, a lo Cantinflas: “Guatemala propondrá la creación de una agencia que garantice la ejecución, coordinación y monitoreo de fondos, para este plan inspirado en el Umbral en Honduras y El Salvador, que dotará de institucionalidad al plan, para una mejor ejecución de fondos nacionales, privados y cooperantes”. ¿Se sabe que es Umbral? Seguramente no; pero Jimmy dice que “permite a estas naciones centroamericanas diagnosticar las limitaciones vinculantes para el crecimiento económico y demostrar la capacidad y la voluntad política para hacer reformas políticas difíciles”. No habla de desarrollo económico, sino que de “crecimiento económico” (el interés de los ineptos empresarios en la región). Decisiones difíciles serán sin duda el “ajuste estructural”, “la disminución del Estado”, la criminalización de la migración, la minimización del salario mínimo, salarios diferenciados, así como otras “bellezas” del modelo neoliberal.

Para enfrentar el fenómeno migratorio de Centroamérica a EE. UU. urgen reformas radicales e integrales, que incluyan: a) Plan de Emergencia de Desarrollo Social y Económico, para aliviar la pobreza y generar empleo y oportunidades; b) TPS inmediato para las y los centroamericanos que huyen de la violencia y marginalidad; c) Programa de visas temporales de trabajo a Estados Unidos, bajo la supervisión de la OIT y la OIM; y d) Programa de visas por razones humanitarias.

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