Raymond J. Wennier

Escribí ya sobre algunos resultados de las investigaciones de Mihaly Csikszentmhalyi, hoy seguimos con Daniel Goleman y digo que tal vez, más importante que lo cognoscitivo en el ser humano, es la Inteligencia Emocional descrita por Goleman en 1995.

La inteligencia emocional incluye el auto control, entusiasmo, persistencia y la habilidad de auto motivarse. Las emociones son en esencia, un impulso para actuar, un plan instantáneo para manejar el tipo de vida que nos ha proporcionado la evolución.

En un sentido, tenemos dos cerebros y dos tipos diferentes de inteligencia, racional y emocional. Nuestra actuación en la vida está determinada por la colaboración de ambas, no únicamente la parte intelectual sino por la parte emocional también. La complementariedad del sistema límbico y del neo cortex, amygdala y lóbulo prefrontal, significa que cada uno es socio en la vida mental del ser humano. No hay aprendizaje sin ambos elementos.

Las siguientes cinco categorías demuestran la gran importancia de la inteligencia emocional en la vida de la persona:

1. Conocer sus emociones. Estar consciente de sí mismo en tiempo y espacio. Es reconocer una emoción cuando sucede, es la base de la inteligencia emocional.
2. Manejar sus emociones. El manejo de sus emociones para que sean apropiadas, es la habilidad que se construye sobre el conocimiento de sí mismo.
3. Monitorearse. Las emociones son esenciales para poner atención en automotivarse y lograr con éxito las metas propuestas y para ser creativos. El auto control de las emociones, la postergación de gratificación e inhibición de la impulsividad, son las bases para los logros de todo tipo. La habilidad de entrar en el estado de “flow” permite un rendimiento alto en todas las actividades.
4. Reconocer las emociones de otras personas. La habilidad fundamental de ver, detectar las emociones en otros, es construido en base al número uno, conocerse a sí mismo para que haya una buena interrelación con otras personas. Se llama empatía, parte de las habilidades sociales.
5. Manejar relaciones con otras personas. El arte de una buena interrelación es la habilidad de manejar las emociones de otros. Son las habilidades que demuestran popularidad, liderazgo y efectividad entre las relaciones de unos con otros.

Importante en la inteligencia emocional es el optimismo; tanto el optimismo como la esperanza, significan tener una fuerte expectativa de que en general, las cosas resultarán bien en la vida a pesar de los obstáculos y frustraciones. Desde el punto de vista de la inteligencia emocional, el optimismo protege a las personas de caer en apatía, falta de esperanza o depresión, de cara a los tiempos difíciles. Seligman lo define en términos de cómo la gente aplica a sí mismo sus logros y fracasos. Matt Biondi, miembro del equipo olímpico de natación de Estados Unidos en 1988, dice que la expectativa de las personas era que él ganaría siete medallas de oro; sin embargo, perdió los primeros dos eventos. Los columnistas deportivos especularon que ambos fracasos desmoralizarían a Biondi en los próximos cinco eventos. A pesar de ello, Biondi tuvo resiliencia y ganó medalla de oro en los cinco eventos restantes. Seligman observó esa competencia. Con anterioridad había examinado a Biondi en su capacidad de “optimismo” y no le extrañó su hazaña.

Concluyendo, todo es cuestión de tener, formar y practicar una actitud positiva. Las tres P: Personalmente, pensar positivamente.

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