Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt

Jorge Méndez Herbruger firmó el pacto colectivo del Congreso de la República del que tanto se habla ahora y Luis Rabbé hizo hasta lo imposible por mantener en secreto los salarios de los empleados del Legislativo, pero no contaban con la astucia de Mario Taracena quien a los tres días de estar al mando, demostró que si hay voluntad las cosas pueden caminar.

Luego de publicar las nóminas, ahora falta ver qué hará el Presidente del Congreso con el pacto colectivo porque las presiones dentro del mismo organismo serán enormes y aumentan los enemigos, pero luego de desnudar así la manera en que opera la legislatura, Taracena ya no se puede echar para atrás.

El hoy mandamás del Congreso es parte de la vieja política y lleva años en estos vericuetos así que no se trata de un novato que no tiene ni la más remota idea de lo que está haciendo; Taracena sabe exactamente a qué está jugando y me parece que ha entendido el mensaje.

Y ese mensaje no es nada más que, tras reducirse un poco la indiferencia ciudadana, cualquiera que se anime a atacar los vicios del sistema (aunque quien lo haga haya sido usuario de tal sistema y parte del problema) será llevado en hombros por la multitud que está deseosa que las cosas cambien en nuestra política.

Jimmy Morales ofreció muchas sorpresas, pero hasta la fecha las sorpresas se las ha llevado él con su Ministra de Comunicaciones, con la fundación que le “donó” material para hospitales pero que este año recibe Q10 millones del Estado y habrá gente que dirá que solo han pasado 4 días completos, pero son los mismos cuatro días que Taracena lleva al mando.

Y si Taracena sigue a este ritmo y nos ofrece atacar los grandes problemas del sistema (elección de jueces, magistrados de sala, CSJ y CC, el sistema y la matriz de compras del Estado, el uso de los fideicomisos, transparentar el financiamiento electoral y modificar las reglas electorales, eliminar el mafioso Listado Geográfico de Obras, la reforma del servicio civil, la inexistencia de un verdadero mecanismo de rendición de cuentas y de transparencia), no solo lo tendremos que apoyar sino que se posicionará como un líder que lucha por cambiar las cosas de fondo.

Un país como Guatemala jamás podrá invertir en su gente y en atacar los grandes problemas si el dinero se sigue quedando en las manos equivocadas y todo derivado de los pactos políticos que se asumen en campaña.

Ha habido muchos que tuvieron la oportunidad de enfrentar el sistema, pero se acomodaron y decidieron seguir jugando con las mismas reglas y eso es lo que, tras develar los salarios, no puede seguir haciendo Taracena porque entonces quedaría peor que sus colegas, incluso aquellos que se quieren lavar las manos diciendo que no sabían lo que le pagaban a la secretaria de un diputado; creen que uno es mula.

Taracena, más que el mismo Jimmy Morales, tiene en sus manos labrar el camino con el que puede pasar a la historia y si lo hace, le hará un tremendo favor a este país que ya no aguanta otros cuatro años de saqueos, negocios y hueveos por doquier. Hay mucha gente pobre, marginada y sin oportunidades y si no entendemos que debemos empoderarlos ya, estamos jugando con un fuego demasiado peligroso.

Aquí en La Hora, como se los hemos dicho a infinidad de políticos a lo largo de la historia, siempre habrá cabida y apoyo para las causas que busquen romper el molde de la impunidad y la corrupción para que demos paso a un país en el que quepamos todos sin importar el tamaño de la billetera, el color de la piel o el idioma que se hable.

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