Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

El destino nos separó, pero no limitó nuestra amistad y compañerismo. Ricardo Méndez Ruíz continuó su carrera militar y estando yo retirado del ejército, volví a coincidir con él a raíz del terremoto del cuatro de febrero de 1976, cuando como coronel del Estado Mayor fue comisionado para dirigir, durante los primeros seis meses, con otros oficiales de Estado Mayor, la logística de la ayuda internacional y de las donaciones que Guatemala recibía de países y personas amigas.

En esa nueva coincidencia me correspondió ponerme de acuerdo con Ricardo, en mi calidad de dirigente de las empresas de transporte del país y miembro de la junta directiva de la Cámara de Comercio, en apoyo y logística que durante meses le dimos a la ciudad de Guatemala en el transporte gratuito de agua potable.

Son muchas las personas que han señalado y reconocen que si no hubiera sido por la acertada decisión del presidente Kjell Eugenio Laugerud García, de poner al frente de la reconstrucción del país a ese grupo de oficiales, seguramente la ineficiencia e incluso la corrupción hubieran hecho que Guatemala no se pusiera de pie, como lo hizo después del terremoto, gracias a este grupo de oficiales de Estado Mayor que comandó en buena parte Ricardo Méndez Ruiz.

Como oficial profesional Ricardo enfrentó a la subversión, teniendo importantes responsabilidades y mando, fue comandante del grupo táctico de la Fuerza Aérea, comandante de la zona militar general Antonio José Irisarri, en Cobán, Alta Verapaz y de la base militar de Playa Grande, Ixcán, Quiche, lo que implicó tener al mando a la cuarta parte del ejército de Guatemala, aproximadamente.

A raíz del 23 de marzo de 1982 y el surgimiento del gobierno del general Efraín Ríos Montt, Ricardo Méndez Ruiz fue nombrado Ministro de Gobernación, cargo que le implicó el secuestro por la guerrilla de su hijo mayor.

Como ministro, a Ricardo le tocó mediar entre la Municipalidad de Guatemala y el IGSS, del cual yo era gerente, cuando el alcalde José Ángel Lee pretendía, ilegalmente, que se pensionaran en el programa de Invalidez, Vejez, y Sobrevivencia, IVS, a todos los extrabajadores de la municipalidad, sin pagar las cuotas respectivas, abuso que no se produjo.

Ricardo era inspector general cuando el grupo de oficiales encabezado por Héctor Gramajo, Lobos Zamora y Jaime Hernández, plantearon reemplazar a Ríos Montt por Humberto Mejía Víctores a la cabeza del gobierno, hecho en el que nuevamente Ricardo demostró su institucionalidad, lealtad y principios al no plegarse a dicha acción, lo que le significó no ascender a General como sin duda alguna le correspondía, incluso ser enviado de forma obligatoria como agregado militar a Argentina y después a Venezuela, concluyendo así su carrera militar.

Quienes conozcan y analicen la trayectoria de vida de Ricardo, encontraran acciones y hechos que podrían decirse tuvieron tendencias de izquierda, otros dirán que su institucionalidad fueron hechos de derecha. Ambas apreciaciones estarán equivocadas, Ricardo fue un hombre de principios institucionales, que con honor, que con deber y también con gloria, sirvió al país.
¡Guatemala es Primero!

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