Factor Méndez Doninelli

“El deterioro observado en la evolución de la pobreza no ha sido equitativo entre los distintos grupos sociales o en el nivel territorial. La población no indígena y las personas que viven en las áreas urbanas del país han experimentado un aumento menor del flagelo. Contrariamente, la población indígena, las personas del área rural y quienes viven en las regiones del suroccidente, norte y noroccidente —que incluye los departamentos de Alta Verapaz, Quiché, Huehuetenango, San Marcos y Sololá— continúan concentrando la mayor incidencia de pobreza. Aproximadamente cuatro de cada diez personas que viven en el área rural o pertenecen a los grupos indígenas se encuentran en condición de pobreza extrema, contrario a lo que sucede con los no indígenas o con quienes viven en el área urbana, en donde solamente una de cada diez personas, respectivamente, padece dicha condición.”

Informe final de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Guatemala 2015. Segeplan.

El informe de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia Segeplan, revela que el país está retrocediendo en desarrollo social debido a que sólo logró cumplir 6 de las 66 metas identificadas por Naciones Unidas como objetivos de desarrollo del milenio ODM, que todos los países del mundo debieron alcanzar en 2015. Lo que afirmé antes se cumplió, muchas veces advertí que tal como están en la actualidad las condiciones económicas, políticas, culturales y sociales, Guatemala no podría cumplir con las metas de los ODM, sobre todo por la incompetencia de Gobernantes y falta de voluntad política para encarar y erradicar los graves problemas estructurales que colocan al país en los últimos lugares. Seguimos acumulando puntos en contra, descendiendo en veloz picada, profundizando el subdesarrollo en lugar de avanzar para despegar y conquistar el desarrollo.

Pese al exiguo resultado en cumplimiento de metas ODM, el informe sostiene que hubo avances en salud y educación, revelando que se redujo la desnutrición global, la mortalidad materna y la tasa de mortalidad de niños menores de 5 años, la mortalidad infantil bajó de 73 a 28 defunciones por cada mil nacidos vivos; también hubo evolución positiva con respecto a la paridad entre mujeres y hombres en acceso a educación superior, desde 2009 aumentó la promoción de estudiantes de diversificado a la Universidad, pero en contraste, el país retrocedió en vacunación contra sarampión y control del VIH-Sida y se alejó de la posibilidad de reducir el elevado número de pobres, aumentaron la pobreza y pobreza extrema.

Sobre este flagelo social el informe destaca que “La pobreza extrema en Guatemala, luego de transcurridos veinticinco años (1989-2014), en lugar de reducirse se ha incrementado en 5.3 puntos porcentuales, al pasar del 18.1 por ciento, en el año base, al 23.4 por ciento, en 2014. Este retroceso se observó principalmente durante el período 2011-2014, antes del cual se había presentado una reducción lenta pero sostenida”. Estos y muchos otros indicadores sociales negativos, son un vivo retrato de las condiciones en las que sobrevive la mayoría de población.

Espero que los nuevos Gobernantes, las élites neoliberales, los grupos fácticos y los poderes paralelos, abandonen su indiferencia y desinterés dirigiendo su mirada hacia tal situación y de verdad, esforzarse por superarla.

Como siempre sucede la peor parte de estas situaciones la soportan los sectores sociales vulnerados como la niñez, mujeres, indígenas y población rural. ¿No le parece qué todo esto es caldo de cultivo que altera la paz social e impide el bienestar común?

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