Javier Monterroso

El nuevo gobierno deberá enfrentar varias crisis herencia de gobiernos anteriores, la del sistema de salud es sin lugar a dudas la más urgente pero no podrá hacer frente en forma eficaz a ésta sin atender también el tema de las finanzas del Estado pues el PP le hereda un gobierno en verdaderos trapos de cucaracha, es por ello que una de las prioridades del gobierno debe ser transformar la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) para que pueda cumplir sus funciones de recaudación fiscal en forma adecuada.

Lamentablemente parece ser que el presidente electo Jimmy Morales cederá ante las presiones del sector privado y del Banco Mundial y nombrará a Carolina Roca como Superintendente de la SAT, como bien recordamos la licenciada Roca ya ocupó ese puesto en el gobierno de Oscar Berger donde rompió todos los récords, pero no de recaudación fiscal sino de devolución del IVA a los exportadores de café, solamente durante el período de Berger le fueron reintegrados a los exportadores más de 4 mil millones de quetzales en concepto de IVA.

Para quienes no están familiarizados con el sistema de devolución del IVA los exportadores de café y cardamomo tenían hasta hace unos años la posibilidad de que el Estado les reintegrara el IVA que supuestamente pagaban a sus proveedores, más de mil millones de dólares fueron pagados por el Estado a los cafetaleros mediante este sistema, y existen muchísimas denuncias en el Ministerio Público contra exportadores que simulaban las compras a proveedores para que el Estado les reintegrara el IVA que nunca pagaron. Esta situación cambió hace unos años con el sistema de factura especial por medio de la cual los exportadores pagan el 7% del impuesto sin derecho a devolución.

Sin lugar a dudas ninguna actividad económica está tan asociada al desarrollo de Guatemala como la producción del café, uno de los principales productos de exportación y uno de los sectores que más empleos produce en nuestro país desde la época de la Reforma Liberal (1871), sin embargo el sector se encuentra en uno de sus peores momentos pues aunque la calidad del café guatemalteco es reconocida cada vez más a nivel mundial el volumen de producción y exportación se ha visto afectado, en el año 2000 se exportaban 6 millones de sacos de café mientras que en el 2015 solamente 3.8.

Es por ello que el nuevo gobierno debe poner mucho cuidado con el tema del café como fuente de generación de empleo y de ingresos fiscales, esperemos que la licenciada Roca haya entendido ahora que se le dará una segunda oportunidad en la SAT que su principal función es la recaudación de impuestos y no beneficiar a los grandes empresarios, el gobierno debe atender además la crisis del café y para ello es clave que se reforme la Anacafé, pero eso lo trataremos en otro artículo.

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