Edith González 

Se  delató como lo que  es, un liberacionista, recalcitrante y prepotente que ni escucha al pueblo, ni respeta  los derechos humanos ni está dispuesto a cumplir  los Acuerdos de Paz. Su  sospechosa necedad de aprobación del salario diferenciado, criticado por la ONU, y declarado inconstitucional por la CC, el raquítico aumento al salario mínimo y el despido del viceministro García García entre otros miles de trabajadores  despedidos  lo demuestran.

Se honró.  Su  abuchada celebración  de la Revolución de Octubre,  fue un insulto para los guatemaltecos  que se enfrentaron a una persona como usted,  similar a  Ubico y sus intolerancias, prepotencias y abusos de poder  que para semejársele más hasta  utilizó su carro.

Justificar la compra de ropa  para su esposa, con dinero de los guatemaltecos, mientras los hospitales cierran por falta de medicinas, porque  “una primera dama debe vestir como tal”  ¡ja… si  finalmente es su responsabilidad no la del pueblo … el hábito no hace al monje.

Y  aprendió algo más que “desarrollo social”  se atrevió a dar órdenes para  elevar a general a un santo de la iglesia Católica, sin recordar  que  ella es sólo la esposa  del Presidente  y que nuestro país tiene libertad de culto, por lo que  hay quienes profesan culto  evangélico,   maya o ninguno.

Porque  si le permitió invertir “sus gastos confidenciales” como  quien maneja “el gasto”, su  decisión será. Comprando televisores Phillips, lástima que nadie le dijo que  esa marca no tiene representante en el país, por lo que no hay técnicos ni repuesto, aunque finalmente lo importante para ella  era donar, aunque no de lo propio.

Lo que no resultó para usted, pues los damnificados del Cambray II siguen esperando la tierra con la  vivienda prometida y también los seis salarios mínimos que les ofreció, por supuesto no  de  su dinero, sino del impuesto que pagamos todos los guatemaltecos y  que  debía salir del Ministerio de Desarrollo en donde su protegida la señora Quixtán se dedicó  sólo a despedir a los  trabajadores, no para “obtener la promesa” sino para cumplir la propia, colocar a su sobrino en un acto de prepotencia y nepotismo que  usted,  presidente exmagistrado  aceptó, y el sobrino a cuanto amigo  quiso, para obtener algunos lenes extra para sus gastos personales.

O sea que su gestión que inició con un mal paso finaliza con una revolución. Y será recordado  más por sus errores y desaciertos  pues de algo que hizo  además de caerse, caerse y  ca…

Para los guatemaltecos que sembraron sus esperanzas en un cambio al retirar a Pérez Molina de  la Presidencia, todo sigue igual: con hospitales cerrados, motines carcelarios,  robos, asaltos y asesinatos a la orden del día y con menos dinero para muchos por el alza en la Canasta Básica, el desempleo que aumentó, la falta de pago de los bonos…

Eso sí,   en un acto más de prepotencia se permitió cambiar la Rosa de la Paz dedicado a quienes  trabajan por ella, no quienes como usted  llegan a un  puesto por una casualidad causal,  gobernando   en  nepotismo,  ya que no pudo  llegar  por elección popular.   ¡Que muera su inteligencia…

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