Por Jorge Santos

Dadas las condiciones históricas en el país, cualquiera pensaría que ya no existe nada que nos pueda sorprender. En muchas ocasiones es común oír que ya hemos tocado fondo. Pero aún y esas condiciones en nuestra sociedad existe un grupo que mantiene y piensa que profundizando lo que durante décadas se ha hecho lograremos salir de todos los males; es como si siempre vieran el mundo al revés.

Recuerda usted aquel asesinato de dos mujeres adolescentes a plena luz del día, ambas estudiantes de un instituto público en zona 1. El hecho de violencia por sí mismo revistió características de horror; sin embargo el expresidente de la República, salió en conferencia de prensa anunciando que las dos mujeres pertenecían a las pandillas juveniles y de ahí su muerte violenta; junto a él en redes sociales también se profirieron odas por aquel hecho que había eliminado a dos pandilleras. Luego la investigación criminal iba a comprobar que ambas chicas eran sólo eso, dos adolescentes que estudiaban.

O qué decir de la preferencia electoral de instrumentos políticos como el Partido Patriota, el Frente Republicano Guatemalteco o el Frente de Convergencia Nacional que en su seno albergan a quienes en buena medida son los responsables de miles de muertes y graves violaciones a los derechos humanos. Como si no hubiesen sido suficientes tres años y medio del PP y cinco meses de movilización social contra la impunidad y corrupción, se eligió a un partido político plagado de mentirosos, corruptos y ahora más que demostrado por quienes participaron en la política de terror impuesta contra la población guatemalteca.

Otro ejemplo de este país al revés, es la reciente medida decretada por Alejandro Maldonado de otorgar un salario de hambre, muy inferior al costo de la Canasta Básica Alimentaria. Este inmoral e injusto decreto, recientemente declarado inconstitucional, se dio aún y cuando no había transcurrido ni un mes de haber conocido los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2014 que daba cuenta del incremento en 8.1% de pobreza del 2006 al 2014. Sin embargo, en vez de promover acciones para fortalecer los mecanismos de redistribución del ingreso, miembros orgánicos del poder económico se dieron a la tarea primero de descalificar la encuesta en cuestión y segundo defender el ilegal salario de hambre.

De la misma manera, luego de la captura de 18 militares implicados en delitos de desaparición forzada y deberes contra la humanidad, hordas fascistas vociferaban en contra de la búsqueda de justicia por parte de los familiares de las víctimas, siempre por supuesto del lado de la muerte y la violencia y muy lejos de las aspiraciones ciudadanas de justicia; llegando al punto que muchos de ellos asistirán a una movilización social convocada por un privado de libertad condenado por el asesinato de Monseñor Juan Gerardi. De esa cuenta, es que aléjese de ese grupo que quiere al país siempre al revés y enderecemos Guatemala a través de la solidaridad, la justicia social, la inclusión y la equidad, como únicos principios que nos permitirán construir un país distinto al que siempre nos han mantenido.

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