Javier Monterroso

El año 2015 fue histórico para Guatemala por tres razones: en primer lugar los casos de corrupción investigados por la CICIG y el MP tienen a varios de los políticos más poderosos tras las rejas esperando juicio, así mismo algunos de los congresistas más influyentes y que fueron reelectos no pueden tomar posesión de sus cargos por el mismo motivo, en segundo lugar los casos generaron una indignación ciudadana que se expresó durante muchas semanas en las plazas y parques, donde por primera vez, desde 1944, las clases medias urbanas manifestaron abiertamente su descontento hacia el sistema político y la corrupción, y finalmente esta nueva conciencia ciudadana cambió totalmente el resultado de las elecciones generales y provocó la llegada a la Presidencia de Jimmy Morales, el candidato que mejor pudo interpretar el momento histórico y bajo el lema “ni corrupto ni ladrón” consiguió una mayoría aplastante en la segunda vuelta.

Ningún analista político pudo prever que 2015 sería tan paradigmático, por eso es muy arriesgado intentar anticipar lo que nos espera el 2016 pues los escenarios son varios y existe mucha especulación en el ambiente, sin embargo, bien podemos hacer un ejercicio de los grandes temas que seguramente tendrán impacto en nuestro país en los primeros meses de este año:

Comenzamos con Jimmy Morales el primer presidente en la historia moderna que gobernará sin un partido político consolidado y sin tantos compromisos con financistas, en ese sentido será determinante el Gabinete que integre el cual esperamos que sea lo suficientemente plural y experimentado para superar los enormes retos y rezagos que tiene el país en diversas áreas, creo que sin importar las ideologías o los partidos políticos debemos dar una ventana de oportunidad al nuevo gobierno pues entra en circunstancias presupuestarias sumamente adversas.

El otro gran tema para los primeros meses es la elección de magistrados de la Corte de Constitucionalidad, debemos tener claro que todos casos de corrupción tendrán que pasar por las manos de los nuevos magistrados en algún momento incluso antes de la sentencia final, pues nuestro deficiente sistema legal convierte a esta Corte en la última instancia de prácticamente todas las decisiones judiciales. Es por ello que los ciudadanos debemos velar porque se designen a las personas idóneas para ocupar los cargos de magistrados, abordaremos este tema más a profundidad en otras columnas.

Todo indica, además, que el MP y la CICIG continuarán con su buen trabajo durante 2016, las fuentes bien informadas dicen que este año será tanto o más intenso que el anterior en cuanto a persecución penal en materia de corrupción, algunos que afirman estar bien informados hablan de una depuración del Congreso por la vía judicial, habrá que ver que otras sorpresas nos esperan este año.

Artículo anteriorAnticomunismo y neoliberalismo
Artículo siguientePsicología Positiva