Luis Enrique Pérez

Hay varias clases de años. Dos de ellas son el año solar y el año lunar. El año solar es el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta completa en torno al Sol, o vuelta orbital. El año lunar es el tiempo que tarda la Luna en dar doce vueltas completas en torno a la Tierra. Cada una de ellas es un mes lunar, o tiempo que transcurre entre dos lunas nuevas consecutivas. El mes lunar, llamado “sinódico”, dura casi 29.5 días del calendario solar. El año lunar dura aproximadamente 354 días.

El año solar puede ser tropical, o sideral, o perihélico. El año tropical es el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta orbital con respecto a la posición del Sol. Dura 365 días, más 5 horas, 48 minutos y 46 segundos. El año sideral es el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta orbital con respecto a la posición de las estrellas. Dura 365 días, más 6 horas, 9 minutos y 10 segundos. El año perihélico es el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta orbital con respecto al perihelio, o punto en el que la Tierra está más cerca del Sol. Dura 365 días, más 6 horas, 13 minutos y 53 segundos. El año del calendario usual es el tropical.

Durante el año tropical ocurre dos veces un fenómeno denominado “equinoccio”, que consiste en que el día y la noche tienen la misma duración, en el hemisferio Norte y en el hemisferio Sur. La palabra “equinoccio” deriva de una palabra latina que significa “noche igual”. En el hemisferio Norte, el primer equinoccio, o de primavera, ocurre en el día 20 o en el día 21 de marzo. El segundo equinoccio, o de otoño, ocurre en el día 22 o en el día 23 de septiembre. Quizá en Mesopotamia, hace 2,000 años antes de la Era Cristiana, un nuevo año comenzaba en el equinoccio de primavera. El calendario de Mesopotamia era lunar. Los egipcios y los persas tenían un calendario solar, en el cual un nuevo año comenzaba en el equinoccio de otoño.

Durante el año tropical también ocurre dos veces un fenómeno denominado “solsticio”. Esta palabra deriva de una palabra latina que significa “Sol quieto”, porque la altura aparente del Sol sobre la Tierra es la máxima o es la mínima, y el astro parece detenerse. El primer solsticio ocurre en el día 20 o en el día 21 de junio. Es el día más largo del año, en el hemisferio Norte. El segundo ocurre en el día 21 o en el día 22 de diciembre. Es el día más corto del año, en ese mismo hemisferio. En el calendario griego, el nuevo año comenzaba en el solsticio de diciembre. El calendario griego era luni-solar, es decir, combinaba el calendario lunar y el solar.

En el primer calendario romano, el nuevo año comenzaba en el primer día de Marzo. Era un calendario lunar. El año tenía diez meses. En el año 713 antes de la Era Cristiana, el rey Numa Pompilio agregó dos meses: Enero y Febrero; pero el nuevo año todavía comenzaba en el primer día de Marzo. Es probable que, en el año 153 antes de la Era Cristiana, por primera vez, el nuevo año haya comenzado en el primer día de Enero.

En el año 46 antes de la Era Cristiana, el dictador perpetuo Julius Caesar adoptó el calendario solar, que era más preciso que el calendario lunar. En el nuevo calendario, llamado “juliano”, el nuevo año también comenzaba en el primer día de Enero. En el año 1582, el papa Gregorio XIII decretó un nuevo calendario, más exacto que el calendario juliano, al cual sustituyó. En el nuevo calendario, llamado “gregoriano”, el nuevo año comenzaba en el primer día de Enero.

Post scriptum. El año del calendario juliano incurría en un error de un día adicional cada 128 años. El año del calendario gregoriano incurre en un error de un día cada 3,300 años.

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