Estuardo Gamalero
“Si todo te da igual, estás haciendo mal las cuentas” -Albert Einstein-
¿Usted pasó por el 2015 o el 2015 pasó por usted? Enorme diferencia hay entre una cosa y la otra.
Este año estuvo plagado de eventos mundiales y nacionales que sin lugar a dudas quedarán grabados en relieve dentro de la historia. Muchas noticias giraron alrededor de palabras y frases como: Yo soy Charlie, Isis, La Reina del Sur, el PP, extradición, antejuicios, corrupción, la CICIG, Baldizón, gobierno de transición, el TSE, No te toca, la R, El Uno, Matamoros, La línea, Thelma Aldana, Estado Islámico, matanzas de Cristianos, delincuencia en la FIFA, el artículo 113, nos vemos en la plaza, los empresarios, el Barsa y el Real, Juez Gálvez, esto apenas empieza, Jimmy Morales, Cuba Libre, Star Wars, Donald Trump, El Chapo y el túnel, el triángulo norte, pactos colectivos, terroristas, calentamiento global, Maduro y Venezuela, La Kirchner, agua en Marte, Alejos, etcétera.
Detrás de cada nota, hay enormes historias, titulares, karma, verdades, mentiras, razones, confabulaciones, mitos, lágrimas, fortunas y descaros. El tiempo nos dirá como se recuerda cada uno de los temas y con algo de objetividad podremos establecer como afectamos o fuimos afectados en cada cosa que marcará el futuro.
No puedo decir que la Caja de Pandora se haya abierto este año. Más bien, opino que los males de la mitológica caja ya estaban libres y en el ambiente de nuestra sociedad. Lo que nos tocó vivir y de lo cual hemos sido protagonistas o testigos, es de varias batallas en contra de los referidos males y los personajes vinculados con los mismos.
En lo que respecta a la política, este año nos confirmó aquellos dichos: “no tienes amigos, tienes aliados. No tienes adversarios, tienes enemigos”… y por supuesto “los enemigos de mis enemigos, son mis amigos”.
Corroboro y he aprendido, que hay personas que viven de resolver conflictos o por lo menos de proponer soluciones. Así también, hay un buen grupo que vive de esos problemas y se enriquecen en la medida que no se resuelvan. Otros por su parte, no les importa la solución sino el orgullo de la noticia que generan o el espacio que ocupan.
Así también, nos confirmó que el sol no se puede tapar con un dedo, de la misma manera que el descaro no se puede recoger en guacal. En ese sentido el trueno asusta pero el daño lo hace el rayo: la soberbia y el egoísmo que acompañan a la ingratitud generan abismos.
En lo personal, quedo convencido que el objetivo de la lucha en contra de la corrupción no es atrapar ladrones y meterlos a la cárcel. Eso más bien, es la consecuencia de aplicar la norma jurídica y que las instituciones del Estado funcionen sin importar el sexo, la etnia, el puesto y el poder económico de la persona. En tal virtud, quedo convencido que el objetivo primordial que debemos perseguir los guatemaltecos, es generar una sociedad en la cual ninguno actúe por encima de la ley y el Estado cumpla con las obligaciones que le imponen la Constitución y las leyes.
Los errores cometidos por los políticos que terminan el 14 de enero del 2016, deben ser lecciones y advertencias para los nuevos gobernantes y funcionarios. En el 2016, los procesos judiciales de trascendencia nacional que se encuentran en curso, serán puestos a la merced de los Tribunales de Justicia y será en éstos, en donde se verán los resultados de las acusaciones, investigaciones y pruebas aportadas por el MP, la CICIG y los colaboradores eficaces.
Quedo convencido que cualquier persona y sector que produzca algo: léase trabajo, inversión, desarrollo, innovación o solidaridad, se encuentra del mismo lado. Es estúpido y estéril que por resentimientos y/o factores históricos e ideológicos que no podemos cambiar, la gente buena se pelee entre ella misma, pues eso únicamente favorece a los vividores, que no solo se roban lo ajeno, sino que además no producen y no generan nada.
Los guatemaltecos despertamos y ahora tenemos en nuestras manos la oportunidad de corregir el rumbo de nuestra Nación. No podemos ser ciudadanos mediocres e insensibles a las lecciones de la historia y sobre todo a las oportunidades que se nos presentarán en el 2016.
Dejo el 2015, dándole gracias a Dios por las lecciones aprendidas, por las pruebas, las pérdidas, los dolores pero sobre todo, por las bendiciones de vida, familia y trabajo que me ha dado. De ustedes me despido con mucho respeto y deseándoles un bendecido y próspero año 2016.
A La Hora y su excelente equipo de trabajo, gracias por la oportunidad de dejarme escribir cada miércoles.