Raymond J. Wennier

Cualquier organización, grande o pequeña, requiere de una o varias personas que tomen la iniciativa de enseñar el camino; asumir el liderazgo.

Tengo siete consideraciones acerca de los elementos de liderazgo. 1. El liderazgo es humano. Está centrado en el ser humano. Anteriormente, el concepto de liderazgo fue numérico. Las estadísticas, las ganancias, las cantidades movían toda la organización. Sin embargo, lo más importante en una organización, es su gente. El liderazgo tiene que seguir este concepto y aplanar el organigrama. Ya no es ver las acciones del líder, de arriba hacia abajo. Si el liderazgo está centrado en el ser humano, el líder tiene que estar en todas y los colaboradores a la par.

El liderazgo humano piensa en el bienestar de la gente a su alrededor, es sensible a las necesidades de ella. El liderazgo humano se preocupa por el crecimiento personal de su gente. Si la gente está en constante crecimiento, la organización crecerá constantemente también.

2. La visión del liderazgo requiere acciones. No hay una sola organización hoy día, donde una sola persona decide todo y los empleados siguen lo que esa persona dice. Eso es del pasado. Las acciones observables del liderazgo tienen que incluir a los colaboradores. Digo colaboradores porque eso es lo que son; colaboran en las discusiones y al final sugieren qué decisión deberían tomar. Las acciones satisfacen tres necesidades: las de los colaboradores, las de los clientes y las de la organización.

3. El liderazgo es modelo. El comportamiento del líder manda un mensaje claro sobre su actitud frente a sus colaboradores. En inglés se dice “Roll up your sleeves and get to work” o “Jump in and get your feet wet”. El cómo hacer algo es una parte esencial en el crecimiento personal de los colaboradores. Si no crecen en sus habilidades, hay estancamiento.

4. El liderazgo es apertura. Está abierto a escuchar a otras personas, en lo positivo y en las críticas. Está abierto a nuevas ideas y opiniones de otros. Abierto a las iniciativas y creatividad de los miembros de la organización. Son colaboradores y no empleados.

5. El liderazgo es reflexivo. La metacognición es pensar sobre los propios pensamientos y antes de evaluar a otro, evaluarse a sí mismo. Si el líder no utiliza tiempo para reflexionar, tampoco lo tomarán las otras personas en la organización. Las personas tienen que aprender a evaluarse a sí mismos. Es un paso en el crecimiento personal.

6. El liderazgo es motivador. Si el líder demuestra interés por algo, por medio de sus conocimientos o su curiosidad dará a entender dónde está su prioridad y a la vez sus emociones, la pasión, serán visibles y esos factores motivarán a los colaboradores a trabajar cada vez más, hacia metas más altas. Éxito produce éxito y todos se atreverán a correr más riesgos en su toma de decisiones.

7. El liderazgo es valores. ¿Por qué estoy haciendo tal o cual cosa? ¿Es correcto? La honestidad en pensamiento y acciones son parte de la credibilidad que es esencial para merecer llamarse líder. Como el liderazgo está centrado en el ser humano, el líder ha de ser respetuoso con él mismo y con sus colaboradores; respetar las ideas, los sentimientos y las acciones de sus colaboradores.

Las consideraciones anteriores forman la esencia del liderazgo.

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