Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt

Hace un año se produjo una negociación que parecía insólita, pero los entonces candidatos presidenciales Alejandro Sinibaldi en nombre del partido Patriota y Manuel Baldizón de Lider, pactaron la aprobación del Presupuesto para el año 2015 con el fin de repartirse alrededor de mil quinientos millones de quetzales que servirían a cada uno para financiar parte de su actividad política y para el efecto se aprobó un peculiar listado geográfico de obras y asignaciones a organizaciones no gubernamentales que facilitaban la desviación de los fondos en una ya consolidada práctica muy conocida por el parlamento.

Eso constituye la clave por la cual se ha estado entreteniendo la aprobación del Presupuesto para el año 2016, maniobra que terminó siendo facilitada por la inutilidad del equipo de transición del presidente electo Jimmy Morales al no atinarle a hacer una propuesta concreta a la Comisión de Finanzas cuando ésta, preocupada por la eventual presión popular, abrió sus puertas para que fuera el equipo de Morales el que planteara las reasignaciones en el Presupuesto.

Al entregar una simple hoja con líneas absolutamente generales, los enviados de Morales dejaron la puerta abierta para que la Comisión hiciera de las suyas y nada mejor para ellos que continuar con el Presupuesto del año pasado porque eso no sólo elimina el escrutinio público sobre lo que aprobará el Congreso, sino que les permite tener acceso a los frutos de aquel pacto perverso que se hizo hace un año, cuando sin tapujos se reconoció que fueron Sinibaldi y Baldizón los dos grandes actores en la discusión del Presupuesto, y quedó claro que el mismo era para financiar sus actividades políticas, lo cual no significaba, ni por asomo, que no recurrirían a financiamiento privado y comprometedor, sino simplemente que tendrían más recurso para tratar de babosear a la gente.

Lo ocurrido después es historia y todos sabemos que ni siquiera con millonarios gastos fueron a ningún lado. Sinibaldi porque ya lo había troceado la Baldetti y se zafó del partido en cuanto pudo creyendo que eso lo salvaría políticamente, mientras que Baldizón convirtiéndose en el mayor fiasco político de la historia del país al quedar eliminado tras el más ostentoso gasto electoral que se registre.

La Comisión de Finanzas actual está controlada por los diputados de Lider y del partido Patriota, quienes saben perfectamente los beneficios que les significa mantener el mismo listado geográfico de obras así como esas turbias asignaciones que se hacen a entidades no gubernamentales y que nunca son fiscalizadas por lo que son un chorro para desviar grandes cantidades de dinero del erario. Siempre se ha utilizado ese recurso, pero fue Baldizón con su programa del adulto mayor quien lo perfeccionó para esos usos.

Y como Morales no tiene la menor idea ni de lo que es el Presupuesto y sus técnicos andan igualmente perdidos, pues decidieron no ponerse en evidencia y dejar que “los diputados decidan”, con el resultado que será fatal para el próximo gobierno, pero muy conveniente para los diputados de esos dos partidos.

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